La insuficiencia cardiaca (IC) representa un problema de salud pública de primer orden en los países desarrollados, con cifras de prevalencia en aumento debido fundamentalmente al envejecimiento de la población y a los significativos avances en el tratamiento de las comorbilidades asociadas, y supone uno de los principales motivos de ingreso hospitalario1.
Por otro lado, la prevalencia de diabetes mellitus (DM) en España ha aumentado notablemente en las últimas décadas y afecta al 14% de la población adulta2,3.
La incidencia de IC aumenta en pacientes con DM, por lo que los varones tienen un riesgo 2,4 veces superior y las mujeres, hasta 5 veces respecto a los individuos sin DM, incluso tras descartar enfermedad coronaria4. Además, la presencia de DM comporta más mortalidad y mayor probabilidad de hospitalización por agudización de la IC en comparación con los no diabéticos1.
El objetivo de este estudio es describir la tendencia de las hospitalizaciones por IC de pacientes con DM en España. Se realizó un estudio observacional, retrospectivo y de ámbito nacional de todos los pacientes con DM ingresados por IC entre 1997 y 2010. Los datos se obtuvieron del registro basado en el Conjunto Mínimo Básico de Datos para los hospitales del Sistema Nacional de Salud. Se incluyó a todos los pacientes dados de alta con el diagnóstico secundario de DM cuyo motivo de ingreso o diagnóstico principal fuera la IC (Grupos Relacionados por el Diagnóstico [GRD] 398.91, 402.0, 402.11, 402.91, 404.0, 404.1, 404.9, 428.0, 428.1, 428.2, 428.3, 428.4 y 428.9). Se valoraron la evolución temporal de hospitalizaciones en general y atendiendo a edad y sexo, el porcentaje de reingresos, la estancia media, el índice de comorbilidad de Charlson, la mortalidad y el peso medio (complejidad) por GRD. La evolución del número de ingresos se ajustó atendiendo a la población española de referencia en cada uno de los años del periodo estudiado.
Entre 1997 y 2010 hubo en España 5.447.725 ingresos de pacientes diabéticos (el 94,4% con DM tipo 2). Se observó un incremento constante de las hospitalizaciones por IC, tanto en números absolutos como relativos. En el periodo analizado, los ingresos por IC se triplicaron, desde unos 15.000 a cerca de 45.000 ingresos/año (figura 1), lo que representa un incremento del 6,8 al 8,1% (p < 0,01) respecto al total de ingresos en la población diabética. Aunque la mayoría de los episodios se registraron en mujeres, se observa un aumento de los ingresos entre los varones, que pasaron del 38% al inicio del estudio al 45% al final (p < 0,05) (figura 2).
El porcentaje de reingresos también sufrió un aumento significativo, del 14,3 al 18,8% (p < 0,01), mientras que la estancia se redujo de 11 ± 4,7 a 9,1 ± 3,4 días (p < 0,01). El índice de comorbilidad de Charlson de los pacientes diabéticos ingresados por IC se incrementó significativamente, de 2,2 a 2,8 (p < 0,01) en el periodo de estudio. Tanto la mortalidad hospitalaria como el peso medio por GRD se mantuvieron estables (el 8% y 1,1 puntos respectivamente).
La IC es una de las principales causas de hospitalización, tanto en España como en la mayoría de los países occidentales, especialmente entre la población más anciana5. En este análisis de las altas hospitalarias del Sistema Nacional de Salud a lo largo de 14 años, se comprobó que las hospitalizaciones por IC suponen una causa progresivamente creciente de ingreso entre la población diabética. Los estudios tanto en España como en otros países de nuestro entorno han analizado estas tendencias en las últimas décadas5, pero en ninguno el análisis de la hospitalización por IC se centró en pacientes con DM. La mayor longevidad, la presencia de comorbilidades y la peor clase funcional fueron los factores relacionados con una mayor probabilidad de hospitalización6.
Las cifras reflejadas en este análisis, aunque con las limitaciones e imprecisiones metodológicas derivadas del uso de registros administrativos, pusieron de manifiesto que entre los pacientes diabéticos la IC era uno de los principales motivos de hospitalización, reingresos y comorbilidad, con un crecimiento continuo en los últimos años, y una clara asociación con el envejecimiento y el sexo femenino, si bien la diferencia por sexos tiende a disminuir. La mortalidad hospitalaria permaneció estable en los últimos años, aunque se mantuvo en tasas elevadas.
Nuestros resultados confirman que la IC supone un desafío sanitario de gran magnitud y una importante carga sociosanitaria para nuestro Sistema Nacional de Salud, por lo que resulta inaplazable la implementación de medidas multidisciplinarias para abordarlo.