Hemos leído la carta de Ruiz-García et al. relacionada con nuestro artículo1 y nos gustaría hacer dos comentarios.
En primer lugar, querríamos señalar que desconocíamos el proyecto soriano publicado en la revista Celtiberia2. No solo aplaudimos la iniciativa, sino que, dadas las similitudes en términos de dispersión geográfica de la población, estaríamos muy interesados en conocer sus resultados.
En segundo lugar, recalcar que compartimos la opinión sobre la importancia de formar a la población general en reanimación cardiopulmonar y, como se indica en nuestro artículo, además de a 4.000 estudiantes, se formó a más de 10.000 personas en diversos actos de sensibilización en el periodo de estudio1. La formación de la población general ha sido prioritaria en el proyecto Girona Territori Cardioprotegit desde el inicio, y el hecho de que marcáramos como objetivo concreto a los estudiantes de secundaria no hace más que seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud en la iniciativa Kids save lives3 a la que se refieren en su carta.