Sra. Editora:
Hemos leído con interés el artículo publicado por Jover et al1 sobre la prevalencia de síndrome metabólico (SM) en pacientes con síndrome coronario agudo. Los autores incluyen un subanálisis de los componentes del SM excluyendo a los 265 pacientes que presentaban diabetes conocida.
La característica fundamental de los pacientes con SM es la presencia de insulinorresistencia. Se ha definido además la asociación del SM con la obesidad abdominal, la hiperlipemia aterogénica, la inflamación y un mayor riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular2. Además, la insulinorresistencia es uno de los factores patogénicos más importantes en el desarrollo de diabetes mellitus y aterosclerosis, cuya historia natural discurre paralela desde la elevación de insulina en sangre y la estría grasa hasta la hiperglucemia clínica y los eventos aterotrombóticos agudos3.
Creemos importante resaltar la interrelación entre SM, diabetes y enfermedad cardiovascular. En este sentido, deseamos aportar nuevos datos derivados de recientes análisis del estudio de prevalencia de diabetes de nuevo diagnóstico en intervencionismo coronario percutáneo (ICP) publicado por nuestro grupo4.
Se incluyó en un estudio prospectivo a 580 pacientes sometidos a ICP; se realizó un test de sobrecarga oral glucosa (SOG) al 83% de los pacientes no diabéticos para establecer su estado glucometabólico y cribar por diabetes oculta. El perfil clínico básico de nuestra serie sometida a SOG era: edad, 66,5 años; varones, 80,1%; hipertensión arterial, 49,7%; obesidad, 35,6%, e infarto previo, 37,3%. Un 76% de los pacientes recibieron ICP por síndrome coronario agudo.
Tras el test de SOG, el 41,4% de los pacientes eran normoglucémicos y el 22,8% presentaban diabetes de nuevo diagnóstico (glucemia a 2h, > 200mg/dl). En total, 198 pacientes (58,6%) presentaban alguna alteración del metabolismo de los hidratos de carbono o regulación anormal de la glucosa. La prevalencia de SM en la población estudiada según criterio de la International Federation of Diabetes (IDF) era del 59,9%; según criterio del Adult Treatment Panel III (ATPIII), del 51,3% y según criterio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del 42,6%. El 28,4% de los pacientes sometidos a ICP cumplían los tres criterios de SM.
La prevalencia de diabetes de nuevo diagnóstico fue mayor entre los pacientes con SM, independientemente del criterio utilizado: IDF, el 31 frente al 13,3% (p<0,001); OMS, el 42,7 frente al 13% (p<0,001); ATPIII, el 32,5 frente al 14,5% (odds ratio [OR]=3,4; p<0,001). Realizando un análisis multivariable (ajustado por edad, sexo, variables clínicas y analíticas) para determinar la asociación independiente del SM con la diabetes de nuevo diagnóstico, se obtuvieron los siguientes resultados: criterio IDF, OR=3,3 (intervalo de confianza del 95% [IC95%], 1,7-6,3; p<0,001); OMS, OR=5,5 (IC95%, 3,1-9,9; p<0,001); ATPIII, OR=3,4 (IC95%, 1,9-6,1; p<0,001). Se evidencia así una fuerte relación entre diabetes de nuevo diagnóstico y SM, independientemente del criterio diagnóstico empleado.
Los datos derivados de nuestro trabajo refuerzan los aportados por Jover et al1 sobre una elevada prevalencia de SM en pacientes con enfermedad coronaria. Se afianza además la fuerte relación entre el SM y la diabetes de nuevo diagnóstico. Así, la presencia de SM o una puntuación alta en un score propuesto por nuestro grupo5 nos ayudarían a identificar a los pacientes en alto riesgo de sufrir diabetes oculta para poder realizarles una SOG. La incorporación de un nuevo diagnóstico de diabetes nos ayudaría a mejorar el riesgo residual comentado por Jover et al1 mediante la optimización de la prevención secundaria en estos pacientes adecuándola al rango de diabéticos.
Autor para correspondencia: josemivv@secardiologia.es