ISSN: 0300-8932 Factor de impacto 2023 7,2
Vol. 69. Núm. 6.
Páginas 572-578 (Junio 2016)

Artículo original
Prevalencia, diagnóstico, tratamiento y control de la hipertensión arterial en España. Resultados del estudio Di@bet.es

Prevalence, Diagnosis, Treatment, and Control of Hypertension in Spain. Results of the Di@bet.es Study

Edelmiro MenéndezaElías DelgadoaFrancisco Fernández-VegabMiguel A. PrietocElena BordiúdAlfonso CalleeRafael CarmenafLuis CastañogMiguel CataláfJosep FranchhSonia GaztambidegJuan GirbésiAlbert GodayjRamón GomiskAlfonso López-AlbalMaría Teresa Martínez-LarradmInmaculada Mora-PecesnEmilio OrtegakGemma Rojo-MartínezoManuel Serrano-RíosmInés UrrutiagSergio ValdésoJosé Antonio VázquezpJoan VendrellqFederico Soriguero

Opciones

Resumen
Introducción y objetivos

El Di@bet.es es un estudio nacional diseñado con el objetivo de estimar la prevalencia de diabetes mellitus y otros factores de riesgo cardiovascular en la población adulta española. Se presenta la prevalencia de hipertensión arterial y en qué grado se reconoce, se trata y se controla.

Métodos

Se incluye una muestra de la población española con 5.048 adultos de edad ≥ 18 años. Se realizó un interrogatorio clínico y una exploración que incluyó 3 lecturas de presión arterial en reposo y sedestación para calcular la media de las 3 lecturas. Se definió hipertensión como presión arterial sistólica ≥ 140 mmHg y/o presión arterial diastólica ≥ 90 mmHg y/o en tratamiento farmacológico antihipertensivo.

Resultados

El 42,6% de la población adulta española de edad ≥ 18 años es hipertensa, más los varones (49,9%) que las mujeres (37,1%). La prevalencia fue superior entre los prediabéticos (67,9%) y diabéticos (79,4%). El 37,4% de los hipertensos están sin diagnosticar, más los varones (43,3%) que las mujeres (31,5%). Toman tratamiento farmacológico el 88,3% de los hipertensos conocidos y solo el 30% tiene la presión arterial controlada, más las mujeres (24,9%) que los varones (16%).

Conclusiones

La prevalencia de hipertensión en España es alta y un importante porcentaje de pacientes hipertensos aún están sin diagnosticar. La hipertensión se asoció con diabetes y prediabetes, y aunque el tratamiento farmacológico es cada vez más frecuente, no logra mejorar el grado de control, que continúa siendo bajo. Es importante desarrollar y promocionar campañas poblacionales de prevención, detección y tratamiento de la hipertensión arterial.

Palabras clave

Epidemiología de la hipertensión
España
Tratamiento de la hipertensión
Diabetes mellitus
Prediabetes

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INTRODUCCIÓN

La hipertensión arterial (HTA) se asocia con riesgo aumentado de morbilidad y mortalidad cardiovascular1,2, y disminuyendo la presión arterial (PA) de estos pacientes, se reduce significativamente la tasa de mortalidad y el riesgo de eventos cardiovasculares3. Por ello, uno de los principales objetivos de los sistemas de salud es identificar a las personas con HTA y conseguir que tengan un buen control de sus cifras de PA con el fin de evitar complicaciones.

En España, la prevalencia de la HTA es alta y se ha señalado que el grado de conocimiento de la HTA y su control son menores que lo observado en otros países del entorno o Estados Unidos4–6, con consecuencias tanto médicas como económicas. Por otro lado, el grado de control de la PA no había mejorado en la década precedente4.

En este contexto, un nuevo examen de la prevalencia de la HTA en España y su grado de control es esencial para controlar los cambios que se hayan producido como resultado de una mejor prevención y tratamiento durante los últimos años.

El estudio Di@bet.es es un estudio de base poblacional que abarca a toda la población adulta del país, realizado por solo 7 equipos profesionales bien entrenados, con el objetivo de conocer la prevalencia actual de los factores de riesgo cardiovascular. En este trabajo se presentan los resultados sobre prevalencia, diagnóstico y grado de tratamiento y de control de la HTA en España.

MÉTODOS

El estudio Di@bet.es es una encuesta nacional transversal y de base poblacional que se realizó en el periodo 2009-20107. Se utilizó un diseño aleatorizado por conglomerados para seleccionar a los participantes y obtener una muestra representativa de la población española sobre la base de datos del Registro Nacional de Sistema de Salud Español, que cubre más del 99% de la población española. En la primera etapa se seleccionaron 100 centros de salud de todo el país, según una distribución proporcional a la población de cada comunidad autónoma. Posteriormente se seleccionó al azar a 100 individuos de edad ≥ 18 años de cada centro de salud.

La muestra estaba constituida por más de 10.000 adultos, de los que el 55,8% asistió para su examen; de ellos, se excluyó al 9,9% por protocolo (institucionalizados, con enfermedad grave, embarazo o parto reciente), lo que dejó una muestra final de 5.048 individuos de entre 18 y 93 años (el 41,6% varones y el 58,4% mujeres).

El estudio lo aprobaron comités de ética y de investigación clínica de todas las comunidades autónomas, y todos los participantes dieron su consentimiento informado.

Se invitó a los participantes a asistir a una sola visita en su centro de salud y, si un sujeto no podía acudir, se intentaba sustituirlo por el inmediatamente posterior en el listado. Un entrevistador entrenado recogía la información directamente mediante un cuestionario estructurado, y a continuación se realizaba el examen físico. Después de la entrevista, se tomó una muestra de sangre en ayunas y se realizó una prueba de tolerancia oral a la glucosa con 75 g de glucosa. Las muestras de sangre se centrifugaron inmediatamente y el suero se congeló hasta su análisis. La glucosa sérica, los triglicéridos y el colesterol se midieron mediante métodos enzimáticos y el colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad, utilizando un método directo. El colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad se calculó usando la ecuación de Friedewald.

Se registró la información sobre edad, sexo, nivel educativo, estado civil, situación laboral, y hábito de fumar. El nivel educativo se estimó según el nivel más alto completado y se dividió en 4 grupos: sin estudios, educación primaria, educación secundaria y universitaria. El estado civil se clasificó en 4 categorías: casados o convivientes, solteros, viudos y divorciados. El nivel socioeconómico se clasificó como jubilado, desempleado, estudiante, ama de casa, trabajador manual y otros profesionales.

El peso, la talla, la cintura y la cadera se midieron según métodos estándar y se calculó el índice de masa corporal (IMC).

La PA se midió con un monitor de PA validado (Hem 703-C, Omron; Barcelona, España)8 después de varios minutos en posición sentada. Para el análisis se utilizó la media de 3 mediciones tomadas con 2-3 min de diferencia. Se consideró que los sujetos tenían HTA si estaban tomando medicación antihipertensiva y/o su PA sistólica (PAS) era ≥ 140 mmHg y/o PA diastólica (PAD) ≥ 90 mmHg y que tenían la PA bien controlada si sus cifras eran ≤ 140/90 (población general) o < 130/80 (pacientes con diabetes, nefropatía o enfermedad cardiovascular conocidas). Se consideró a los pacientes en tratamiento medicamentoso si recibían fármacos antihipertensivos como inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA), antagonistas de los receptores de la angiotensina II, antagonistas de la renina, antagonistas del calcio, bloqueadores alfa, bloqueadores beta o diuréticos. Se consideró HTA diagnosticada previamente si hubo una respuesta afirmativa a la pregunta «¿Alguna vez ha sido informado por su médico de que tiene la PA alta?».

Para evaluar las diferencias en la prevalencia de HTA entre las regiones, se dividió el país en 5 áreas de población equivalente: norte, centro, sur, noreste y costa este.

Análisis estadístico

Las variables cualitativas se expresan como una distribución de frecuencias y las variables cuantitativas, como media ± desviación estándar. La prevalencia general se estandarizó por edad por el método directo de estandarización utilizando los datos del Instituto Nacional de Estadística Español de 20109.

Las variables cualitativas se compararon mediante la prueba de la χ2. La tendencia lineal en la prevalencia de la HTA en el caso de las variables cualitativas ordinales se probó mediante el test de tendencia lineal. Las comparaciones entre 2 grupos se realizaron mediante la prueba de la t para variables cuantitativas con distribución normal.

Se construyeron modelos de regresión logística para identificar los factores relacionados independientemente con la presencia de HTA y con el conocimiento y el grado de control de esta. Las variables incluidas en el modelo eran: edad, IMC, presencia de diabetes, nivel educativo, nivel socioeconómico, estado civil y región geográfica. La hipótesis nula se rechazó en cada prueba estadística con un valor de p < 0,05. Los datos se procesaron y analizaron con el programa SPSS versión 19.0 (IBM Corp.; Estados Unidos).

RESULTADOS

Las características de los sujetos incluidos en el estudio se muestran en la tabla 1. El IMC, la circunferencia de la cintura, la PA sistólica y la PA diastólica fueron significativamente mayores en los varones que en las mujeres.

Tabla 1.

Características de la población del estudio estratificada por sexo

  Varones (n=2.164)  Mujeres (n=2.884) 
Edad (años)  50,50±17,25  50,37±16,79  NS 
Franjas de edad (n)      NS 
18-30 años  305  368   
31-45 años  597  849   
46-60 años  575  813   
61-75 años  494  605   
> 75 años  193  249   
IMC  28,52±4,46  27,74±5,68  < 0,001 
Circunferencia de cintura (cm)  98,67±11,97  90,59±14,71  < 0,001 
PAS (mmHg)  137,53±18,39  127,36±20,52  < 0,001 
PAD (mmHg)  79,34±10,53  75,22±10,20  < 0,001 
Obesidad (IMC ≥ 30), %  31,7  29,8  NS 
Diabetes mellitus (%)      < 0,001 
Conocida  11,4  9,5   
No conocida  6,5  4,8   
Enfermedad cardiovascular (%)  9,3  4,9  < 0,001 
Ictus (%)  2,8  1,6  < 0,001 
EAP (%)  1,1  0,3  < 0,05 
HTA conocida (%)  31,3  28,6   
Nivel educativo (%)      0,002 
Sin estudios  11,8  14,0   
Estudios primarios  35,0  37,5   
Estudios secundarios  37,7  33   
Estudios universitarios  15,6  15,5   
Estatus socioeconómico (%)      < 0,001 
Estudiante  3,2  2,4   
Retirado  29,7  14,9   
Desempleados  10,8  8,3   
Ama de casa  0,2  30,7   
Trabajador manual  24,2  19,4   
Otros profesionales  49,4  50,6   

EAP: enfermedad arterial periférica; HTA: hipertensión arterial; IMC: índice de masa corporal; NS: no significativo; PAD: presión arterial diastólica; PAS: presión arterial sistólica.

Salvo otra indicación, los datos expresan media ± desviación estándar.

La prevalencia de la HTA estandarizada por edad fue del 42,6% (intervalo de confianza del 95% (IC95%), 41,2-44,0) de la población total, el 49,9% (IC95%, 47,8-52,0) de los varones y el 37,1% (IC95%, 35,3-38,9) de las mujeres.

En la tabla 2 se muestra la prevalencia de PA elevada estratificada por sexo y grupos de edad. La HTA aumenta con la edad (p < 0,001 para la tendencia) y es más prevalente en los varones hasta los 75 años, pero se hace igual de frecuente en las mujeres a partir de los 75 años de edad. También cabe destacar la alta prevalencia en los grupos de varones más jóvenes, más del 15% de los menores de 30 años y el 27,3% de los de 30-45 años.

Tabla 2.

Prevalencia estandarizada de hipertensión arterial estratificada por sexo y edad

  Grupos de edadTotal 
  18-30 años  31-45 años  46-60 años  61-75 años  > 75 años   
Total  9,3 (2,2-16,5)  17,2 (12,5-21,9)  44,4 (40,5-48,4)  75,4 (72,5-78,4)  88,7 (85,6-91,8)  42,6 (41,2-44,0) 
Varones  16,7 (51/305)  27,4 (164/597)  54,6 (314/575)  77,5 (383/494)  87,0 (168/193)  49,9 (47,8-52,0) 
Mujeres  3,3 (12/368)  10,0 (85/849)  37,3 (303/813)  73,7 (446/605)  90,0 (224/249)  37,1 (35,3-38,9) 

Los datos expresan porcentaje (intervalo de confianza del 95%) o porcentaje (n/N).

Con respecto a la influencia de otros factores (tabla 3), la HTA es más frecuente en los pacientes con mayor IMC, con menor nivel de educación, con tolerancia a la glucosa o glucemia basal alteradas (odds ratio = 2,07; IC95%, 1,65-2,58) y en diabéticos (odds ratio = 2,44; IC95%, 1,94-3,06).

Tabla 3.

Probabilidad de hipertensión arterial ajustada por edad, índice de masa corporal, nivel educativo, diabetes conocida, hábito de fumar, ocupación, estado civil, región geográfica y enfermedad cardiovascular previa

  ORa (IC95%) 
Edad (años)
18-30   
31-45  1,73 (1,23-2,44)  0,002 
46-60  5,24 (3,70-7,41)  < 0,001 
61-75  14,79 (9,89-22,13)  < 0,001 
> 75  34,37 (20,48-57,66)  < 0,001 
IMC
≤ 25   
> 25-30  2,22 (1,83-2,69)  < 0,001 
> 30-35  3,12 (3,12-4,86)  < 0,001 
> 35 a < 40  4,73 (5,23-9,10)  < 0,001 
≥ 40  10,20 (6,28-16,58)  < 0,001 
Nivel educativo
Sin estudios   
Educación primaria  0,74 (0,57-0,94)  0,017 
Educación secundaria  0,64 (0,48-0,84)  0,001 
Educación universitaria  0,61 (0,43-0,85)  0,003 
Estado diabético
Sin diabetes   
Prediabetes  2,07 (1,65-2,58)  < 0,001 
Diabetes  2,44 (1,94-3,06)  < 0,001 
Región
Sur   
Norte  2,58 (1,92-3,47)  < 0,001 
Centro  1,06 (0,83-1,36)  0,65 
Noreste  1,12 (0,87-1,43)  0,39 
Costa este  1,11 (0,85-1,45)  0,45 

IC95%: intervalo de confianza del 95%; IMC: índice de masa corporal; ORa: odds ratio ajustada.

La HTA se asoció muy significativamente con la tolerancia a la glucosa (p < 0,001). En las personas con prediabetes, la prevalencia de la HTA es el doble que en personas con tolerancia normal a la glucosa (el 67,9 frente al 31,6%) y aún mayor en diabéticos (79,4%). Además, se observó interacción entre sexo, diabetes y HTA. Mientras que la HTA es menos frecuente en las mujeres en general, como se ha señalado, estas diferencias en la prevalencia desaparecen en mujeres prediabéticas (el 69,0 frente al 70,4% de los varones; p = 0,787), y en las mujeres diabéticas la prevalencia es mayor (p < 0,01) que en los varones (el 84,6 frente al 79,8%).

Ni la ocupación ni el estado civil afectan a la prevalencia de la HTA, que fue significativamente mayor en el norte que en otras zonas de España.

El 37,4% de los hipertensos no tenían conocimiento de su condición (varones, 43,3%; mujeres, 31,5%). Cuando se analizó la prevalencia por grupos de edad, como se ve en la tabla 4, la HTA no diagnosticada fue más común en los individuos más jóvenes, sobre todo varones de 18-30 años (p < 0,001). La regresión logística mostró que las mujeres y las personas de edad avanzada, obesas, diagnosticadas de diabetes o con enfermedad cardiovascular son más conscientes de su HTA (tabla 5). El conocimiento de la HTA también difiere entre las zonas del país y es significativamente menor en el norte y el noreste que en otras zonas del país (p < 0,001).

Tabla 4.

Prevalencia de hipertensión arterial no diagnosticada

  18–30 años  31–45 años  46–60 años  61–75 años  > 75 años  Total 
Varones (%)  88,2  73,2  36,3  31,3  41,1  58,1 
Mujeres (%)  66,7  51,8  37,3  26,2  24,6  41,9 
Total (%)  84,1  65,9  36,8  28,6  31,6  37,4 
Tabla 5.

Probabilidad de hipertensión arterial conocida, ajustada por edad, índice de masa corporal, nivel educativo, diabetes conocida, hábito de fumar, ocupación, estado civil, región geográfica y enfermedad cardiovascular previa

  ORa (IC95%) 
Sexo
Varones   
Mujeres  1,36 (1,07-1,72)  0,011 
Edad
18-30 años   
31-45 años  1,90 (0,87-4,17)  0,107 
46-60 años  5,39 (2, 50-11,62)  < 0,001 
61-75 años  7,09 (3,18-15,80)  < 0,001 
> 75 años  6,50 (2,80-15,07)  < 0,001 
IMC
≤ 25   
> 25-30  1,30 (0,96-1,75)  0,086 
> 30-35  1,62 (1,18-2,22)  0,003 
> 35 a < 40  2,55 (1,68-3,87)  < 0,001 
≥ 40  2,45 (1,42-4,24)  0,001 
Diabetes no conocida   
Diabetes conocida  1,94 (1,45-2,58)  < 0,001 
Sin ECV previa   
Con ECV previa  1,66 (1,14-2,41)  0,008 
Estado civil
Solteros   
Casados  1,16 (0,65-2,07)  0,605 
Viudos  1,39 (0,85-2,28)  0,187 
Divorciados  1,85 (1,04-3,28)  0,037 
Región
Sur   
Norte  0,34 (0,24-0,50)  < 0,001 
Centro  0,95 (0,67-1,34)  0,774 
Noreste  0,56 (0,39-0,78)  0,001 
Costa este  0,80 (0,56-1,16)  0,245 

ECV: enfermedad cardiovascular; IC95%: intervalo de confianza del 95%; IMC: índice de masa corporal; ORa: odds ratio ajustada.

La mayoría de las personas en quienes no se había detectado previamente HTA tenían HTA sistólica aislada (66,6%); el 22,3% tenía HTA de grado 1; el 7,9%, HTA de grado 2, y el 2,8%, de grado 3.

Estaban en tratamiento farmacológico el 88,3% de los pacientes con HTA conocida, en monoterapia el 55,9% y con terapia múltiple el 44,1%. El fármaco más común entre los pacientes que recibieron monoterapia fue un IECA, seguido de los antagonistas de los receptores de la angiotensina II y los diuréticos (tabla 6). Las combinaciones más utilizadas fueron antagonistas de los receptores de la angiotensina II + diurético (28,7%), IECA + diurético (15,7%) y bloqueador beta + diurético (15,5%). Analizando toda la población (monoterapia y terapia múltiple), los fármacos más utilizados fueron los diuréticos (45,4%), seguidos de los antagonistas de los receptores de la angiotensina II (36,5%) y los IECA (34,9%).

Tabla 6.

Tipo de tratamiento farmacológico antihipertensivo

Fármacos 
Monoterapia
IECA  39,0 
ARA-II  19,9 
Diurético  19,5 
BB  12,6 
ACCa  7,5 
Bloqueadores alfa  1,5 
Inhibidores de la renina  0,2 
Terapia combinada
Diurético + ARA-II  28,7 
Diurético + IECA  15,7 
Diurético + BB  15,5 
Diurético + ACCa  12,1 
BB + ACCa  6,8 
BB + ARA-II  5,7 
BB + IECA  4,8 
Otras combinaciones  10,7 

ACCa: antagonistas de los canales del calcio; ARA-II: antagonistas de los receptores de la angiotensina II; BB: bloqueadores beta; IECA: inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina.

Tenían controlada la HTA el 23,9% del total de los sujetos y el 26,6% de los que recibían medicación, sin diferencias entre quienes recibían monoterapia (28,6%) y los que tomaban más de un fármaco (24,2%). El grado de control fue mayor entre las mujeres (28,0%) que entre los varones (19,0%) de todos los grupos de edad, excepto los mayores de 75 años (figura).

Figura.

Proporción de pacientes hipertensos con presión arterial controlada.

(0.08MB).

Solo el 10,7% de los diabéticos hipertensos tenían un buen control de la PA, porcentaje significativamente inferior (p < 0,001) al del resto de la muestra (28,7%), y ello a pesar de que la multiterapia fue más frecuente en este grupo de pacientes (el 27,5 frente al 22,5%).

Sin embargo, si se aplicara a los diabéticos como criterio de buen control una PA < 140/90 mmHg —tal como se recomienda actualmente—, estaría bien controlado el 27,2% de los diabéticos, sin diferencias significativas con el control del resto de la población.

La regresión logística mostró que, además de entre los diabéticos, el control de la PA era peor entre los sujetos con sobrepeso u obesidad de grado 1. También había menos pacientes con la PA controlada en la zona norte del país que en las demás (tabla 7).

Tabla 7.

Probabilidad de hipertensión arterial controlada, ajustada por edad, índice de masa corporal, nivel educativo, diabetes conocida, hábito de fumar, ocupación, estado civil, región geográfica y enfermedad cardiovascular previa

  ORa (IC95%) 
Sexo
Varones   
Mujeres  1,78 (1,28-2,48)  0,001 
Edad
18-30 años   
31-45 años  2,25 (0,41-12,38)  NS 
46-60 años  2,65 (0,50-14,01)  NS 
61-75 años  1,90 (0,34-10,36)  NS 
> 75 años  1,49 (0,26-8,47)  NS 
IMC
≤ 25   
> 25-30  0,54 (0,34-0,83)  0,006 
> 30-35  0,51 (0,32-0,80)  0,004 
> 35 a < 40  0,67 (0,39-1,14)  NS 
≥ 40  0,52 (0,26-1,02)  NS 
Diabetes no conocida   
Diabetes conocida  0,31 (0,21-0,46)  < 0,001 
Sin ECV previa   
Con ECV previa  0,66 (0,44-1,02)  NS 
Región
Sur   
Norte  0,33 (0,17-0,61)  < 0,001 
Centro  1,05 (0,69-1,59)  NS 
Noreste  0,71 (0,46-1,11)  NS 
Costa este  0,77 (0,48-1,23)  NS 

ECV: enfermedad cardiovascular; IC95%: intervalo de confianza del 95%; IMC: índice de masa corporal; ORa: odds ratio ajustada.

DISCUSIÓN

Los resultados de este estudio proporcionan información actualizada sobre la HTA y el tratamiento y control de esta en la población adulta española. Sus principales fortalezas son que el muestreo es representativo de todo el territorio nacional, que el diagnóstico de diabetes se hizo por sobrecarga oral de glucosa y que recogió todos los datos un pequeño número de equipos bien entrenados y formados según un protocolo riguroso, lo que asegura su calidad. El estudio, sin embargo, tiene algunas limitaciones: la participación fue relativamente baja (56%) y hubo una participación mayoritaria de mujeres y personas mayores, por lo que se corrigieron por edad y sexo todos los datos de prevalencia y análisis. Se tomaron 3 lecturas de la PA en reposo tomadas en la misma visita, aunque no fueron validadas con la toma de la PA en el domicilio (monitorización ambulatoria de la PA de 24 h), lo que constituye una posible limitación del estudio.

La prevalencia de la HTA en este estudio fue del 42,6% (16,5 millones de personas). Esta cifra es significativamente mayor entre los varones que entre las mujeres (el 49,9 frente al 37,1%; p < 0,001). Al estratificar a los sujetos por edad, los resultados muestran que, al igual que en otros estudios poblacionales, la prevalencia de HTA aumenta con la edad y que la menor prevalencia observada entre las mujeres alcanza poco a poco la registrada entre los varones hasta hacerse equivalente o mayor después de los 70 años10–13. Es de destacar que la prevalencia de HTA en España es similar a la encontrada en Portugal14, pero superior a la de los adultos españoles en el estudio ENRICA (Estudio de Nutrición y Riesgo Cardiovascular en España), que proporciona datos sobre los factores biológicos de riesgo cardiovascular (p. ej., HTA [33%])10, y de Estados Unidos13 e Inglaterra15. Estas discrepancias son habituales en la literatura científica y es un hecho conocido que la diversidad de metodologías y poblaciones entre los estudios puede contribuir a explicar estas diferencias. En el presente estudio, la mayor prevalencia de HTA se podría explicar por una población de más edad, con altas tasa de obesidad y diabetes, y además por una sobrestimación de esa prevalencia por la toma de 3 mediciones de PA en centros de salud frente a los resultados del ENRICA, en el que se hicieron 6 tomas y en los domicilios. Sin embargo, por otro lado, haber utilizado solo 7 parejas de observadores para toda la muestra podría evitar sesgos y ajustarse más a la realidad.

Otros factores que condicionan la HTA en este estudio son el IMC alto, el nivel educativo bajo y la localización geográfica. En este sentido, es de destacar la mayor prevalencia y el menor grado de conocimiento de HTA en el área norte del país, para lo cual no hay explicación y se debería someter a posteriores análisis.

La incidencia de diabetes en los pacientes hipertensos de este estudio es del 21%, similar a la del ENRICA, al igual que la obesidad que, junto con el sobrepeso, alcanza en ambos estudios cifras muy preocupantes, lo cual se puede relacionar con un sedentarismo manifiesto.

La HTA se asoció muy significativamente con los cambios en el metabolismo de la glucosa de cualquier grado. La prevalencia de HTA no solo es mayor entre los diabéticos, como ocurre en todo el mundo16, sino también entre los prediabéticos, en quienes puede ser hasta el doble que entre quienes no tienen cambios en el metabolismo de la glucosa. Además, también se observó que, mientras que en la población general la prevalencia de HTA es menor entre las mujeres, no hay diferencias por sexo entre las personas con tolerancia alterada a la glucosa. En otras palabras, las mujeres pierden la ventaja que normalmente tienen en virtud de su sexo cuando presentan alteraciones en la tolerancia a la glucosa, ya sea en prediabetes o en diabetes. Este hallazgo podría contribuir al aumento del riesgo cardiovascular observado en las mujeres con el metabolismo de los hidratos de carbono alterado.

Se encontró que el 63,7% de los sujetos tenían conocimiento previo de su HTA. Este porcentaje es superior al registrado en el estudio ENRICA (59%)10 y en Portugal (45,7%)17, aunque es más menor que el registrado en Estados Unidos (74%)13. Sin embargo, tienen HTA sin diagnosticar más de 6 millones de personas en España. Estaba sin diagnosticar el 43,3% de los varones con HTA y el 31,5% de las mujeres, especialmente los varones y los menores de 45 años. Estos resultados concuerdan con los de otros estudios10–12,14 y pueden indicar una menor demanda de atención de la salud por este segmento de la población. Además, se observó que el porcentaje de pacientes hipertensos ya diagnosticados era mayor entre los obesos y los diagnosticados de diabetes, probablemente por un seguimiento médico de su condición más estricto. En el norte de España, el desconocimiento de la HTA fue más frecuente.

Más de la mitad de los hipertensos tratados estaban en monoterapia, porcentaje superior al de los estudios referidos, lo cual también podría explicar la diferencia en el grado de control. El grupo de fármacos más utilizado en monoterapia son los IECA, a diferencia de lo indicado en el PRESCAP18, lo cual refleja las diferencias en la selección de la muestra. La combinación más utilizada fue, sin embargo, igual que en el estudio PRESCAP: diurético más antagonistas de los receptores de la angiotensina II (28,7%), seguida de diurético + IECA (15,7%).

El grado de control de los hipertensos tratados fue del 26,6%, sensiblemente inferior al del ENRICA y levemente menor que el encontrado en Portugal (28,6%)14, lo que se explica en parte por la mayor edad de la población del presente estudio. Este grado de control es claramente inferior al encontrado recientemente en España por el estudio PRESCAP18, pero se debe tener en cuenta la falta de aleatorización de la muestra de dicho estudio. Como era de esperar, el grado de control empeora con la edad y es claramente superior en mujeres que en varones.

Del total de pacientes hipertensos, el control fue solo del 20,4%, sensiblemente inferior al indicado en otros países como Estados Unidos13.

Las mujeres tenían mejor control de la HTA que los varones, lo que podría explicarse por la mejor respuesta de este sexo al tratamiento hipertensivo19. El análisis multivariable mostró también que estaban mejor controladas las personas con normopeso que aquellas con sobrepeso u obesidad, lo que puede deberse al aumento de la actividad simpática condicionada por el IMC aumentado20.

En el presente estudio, como también ha indicado el PRESCAP, los diabéticos muestran peor grado de control de su HTA que los no diabéticos, de modo que solo el 10,7% estaba bien controlado según los criterios existentes en el momento del estudio (PA < 130/80 mmHg). Sin embargo, si aplicaran los criterios actuales (140/90 mmHg), desaparecería esta diferencia, lo que puede deberse al tratamiento más intensivo de estos pacientes, como refleja el hecho de que el mayor porcentaje está en terapia múltiple.

En un metanálisis respecto al grado de control de la HTA en España4, que comprende 76 estudios epidemiológicos con 341.632 participantes, se evidencia que el 33% de los pacientes hipertensos tienen controlada la PA frente a solo el 12% del grupo de alto riesgo. Por otro lado, se constata que en la última década la mejora de la tasa de buen control ha sido muy escasa a pesar de que el número de pacientes hipertensos en monoterapia ha disminuido de manera significativa y es cada vez más generalizado el uso de aparatos automáticos validados para medir la PA, lo que evita sesgos de redondeo en las tomas. Los resultados obtenidos vienen a confirmar esta ausencia de mejora que parecía producirse en estudios previos21,22 y se ha indicado en el PRESCAP. Las posibles explicaciones son, en primer lugar, el envejecimiento de la población, ya que el incremento de la edad de la población condiciona una mayor prevalencia de HTA sistólica, con las sabidas dificultades de tratamiento, unido a la inercia terapéutica y las actuales dificultades socioeconómicas que redundan en una mayor dificultad de control de la PA23. Es evidente que en el estudio la HTA se trata algo pero, aunque se controla a menos pacientes que en Estados Unidos e Inglaterra, en general el grado de control de la HTA es superponible al de otros estudios realizados en España y en general al de los países desarrollados5,24.

A pesar de que numerosos metanálisis y estudios a gran escala han demostrado el neto beneficio cardiovascular derivado del control de la HTA, es evidente que estamos muy alejados de los objetivos deseables, incluso en ámbitos con claros patrones de salud25,26.

CONCLUSIONES

Según este estudio de base poblacional, representativo de toda la población atendida en España, país con un sistema de salud pública que abarca a más del 99% de la población, la prevalencia de la HTA no ha mejorado y persiste un importante porcentaje de hipertensos aún sin diagnosticar. Se observa una fuerte asociación entre HTA y diabetes y entre HTA y prediabetes, asociación más fuerte en mujeres que en varones que hace que la prevalencia de HTA entre las mujeres con diabetes sea igual a la de los varones con diabetes. Además, aunque el tratamiento farmacológico cada vez es más frecuente y complejo, no mejora el grado de control de la PA, que sigue siendo muy bajo.

Es imprescindible el desarrollo y la promoción de campañas poblacionales de prevención, detección y tratamiento de la HTA y demás factores de riesgo cardiovascular, haciendo especial hincapié en los hábitos de vida y dirigidas primordialmente a la población joven.

FINANCIACIÓN

Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (Instituto de Salud Carlos III-Ministerio de Ciencia e Innovación), Ministerio de Sanidad y Consumo y Sociedad Española de Diabetes.

CONFLICTO DE INTERESES

Ninguno.

Agradecimientos

Agradecemos la colaboración de las siguientes entidades: Sociedad Española de Diabetes, Federación de Diabéticos Españoles y Agencia de Calidad del Ministerio de Sanidad de España. Nuestro más profundo reconocimiento a todos los médicos de familia y demás personal sanitario de los centros de salud participantes, así como a los Dres. L. Forga y F. Casanueva por su inestimable ayuda en la zona norte, a todos los trabajadores de campo, enfermeras y dietistas (I. Alonso, A. Arocas, R. Badia, C.M. Bixquert, N. Brito, D. Chaves, A. Cobo, L. Esquius, I. Guillén, E. Mañas, A.M. Megido, N. Ojeda, R.M. Suárez y M.D. Zomeño), sin quienes este estudio no se habría podido realizar, y a todas las personas que voluntariamente participaron en el estudio.

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