La endocarditis infecciosa (EI) es una grave enfermedad, con tasas de mortalidad muy altas. Por ello, su prevención es fundamental. Hasta la publicación de las guías de práctica clínica (GPC) norteamericana de 20071 y europea de 20092, se recomendaba profilaxis de la EI para los pacientes con cardiopatías de alto y moderado riesgo. En las citadas GPC se restringieron las indicaciones a los casos de alto riesgo de EI (EI previa, prótesis valvulares, cardiopatías congénitas cianógenas o reparadas con material protésico) y solo en determinadas manipulaciones o procedimientos orodentales1,2. La guía de los NICE británicos de 2008 recomendaron no hacer profilaxis de EI en ninguna situación3. La última GPC europea de 2015 mantiene las recomendaciones de 20094. Estos cambios pueden producir dudas sobre qué conducta seguir ante el paciente con posible riesgo de EI, lo que ya apuntaba algún estudio previo realizado en España5. Nuestro objetivo es describir las conductas actuales de los odontólogos ante estas recomendaciones y analizar si las posturas son homogéneas en 2 provincias españolas.
Se invitó a contestar a un cuestionario sobre profilaxis de EI a 100 dentistas de Córdoba y Sevilla a través del Colegio Oficial de Dentistas de Córdoba y de la Facultad de Odontología de la Universidad de Sevilla. Contestaron de forma completa a la encuesta 142 odontólogos, 62 en Sevilla y 80 en Córdoba (el 71% del total; el 62% en Sevilla y el 80% en Córdoba). Para las comparaciones entre grupos, se utilizó el test de la χ2. Se consideró un valor de p < 0,05 como estadísticamente significativo. No hubo diferencias entre ambas provincias en cuanto a la edad (44 ± 9 en Sevilla frente a 45 ± 10 años en Córdoba), los años de profesión (16 ± 5 frente a 17 ± 5 en Córdoba) o el sexo (el 61,3% en Sevilla y el 51,2% en Córdoba eran mujeres; diferencia no significativa). El 95,2% de los encuestados en Sevilla y el 98,8% en Córdoba utilizan profilaxis en su práctica diaria. En la tabla 1A se señalan los procedimientos orodentales para los que se indica profilaxis de la EI en un paciente en riesgo. En la mayoría de las situaciones con clara indicación (cirugía, implantes, extracciones, endodoncias) o sin indicación (radiografías, anestesia, retirada de suturas, toma de impresiones para prótesis, colocación de prótesis removible y brackets de ortodoncia), se observa un alto cumplimiento de las recomendaciones, salvo para las endodoncias y limpiezas dentales, infrarrecomendadas, y para la anestesia local, sobrerrecomendada (tabla 1A).
Procedimientos y manipulaciones orodentales para los que se indica o no profilaxis de la endocarditis en un paciente en riesgo con enfermedades cardiacas para las que está indicada o no la profilaxis de la endocarditis cuando se somete al paciente a un procedimiento orodental con riesgo de endocarditis
A. Procedimientos y manipulaciones orodentales | Sevilla | Córdoba | p |
---|---|---|---|
Con indicación en las GPC | |||
Cirugía oral/gingival | 96,8% | 98,7% | 0,410 |
Implantes dentales | 96,8% | 100% | 0,104 |
Limpiezas dentales | 69,4% | 70,9% | 0,770 |
Endodoncias | 66,1% | 59,5% | 0,401 |
Extracciones piezas dentarias | 96,8% | 100% | 0,104 |
Sin indicación en las GPC | |||
Toma de impresiones para prótesis fija o sobre implantes | 14,5% | 8,9% | 0,269 |
Toma de impresiones para prótesis removible | 6,5% | 3,8% | 0,450 |
Colocación/ajuste de prótesis removible | 8,1% | 1,3% | 0,054 |
Colocación brackets de ortodoncia | 3,2% | 3,8% | 0,877 |
Obturaciones | 8,1% | 10,1% | 0,709 |
Anestesia local | 14,5% | 22,8% | 0,104 |
Radiografías intraorales | 3,2% | 1,3% | 0,410 |
B. Enfermedades cardiacas | Sevilla | Córdoba | p |
---|---|---|---|
Actualmente indicadas en las GPC | |||
Portador de prótesis valvular | 96,8% | 94,9% | 0,613 |
Endocarditis previa | 96,8% | 100% | 0,104 |
Cardiopatías congénitas cianógenas o reparadas con material protésico | 90,3% | 86,1% | 0,185 |
No indicadas en las actuales GPC, pero con indicación anterior | |||
Válvulopatía aórtica significativa | 87,1% | 84,4% | 0,598 |
Válvulopatía mitral significativa | 88,7% | 84,4% | 0,416 |
Portador de marcapasos o DAI | 38,7% | 40,5% | 0,806 |
Cardiopatías congénitas con corrección completa | 82,3% | 72,2% | 0,185 |
Nunca indicadas | |||
Stent coronario | 56,5% | 67,1% | 0,160 |
Bypass aortocoronario | 67,7% | 69,6% | 0,736 |
Prolapso mitral leve | 48,4% | 58,2% | 0,318 |
CIA, CIV, ductus cerrados sin defectos residuales | 66,1% | 67,1% | 0,823 |
Fibrilación auricular sin cardiopatía estructural | 16,1% | 36,7% | 0,055 |
CIA: comunicación interauricular; CIV: comunicación interventricular; DAI: desfibrilador automático implantable; GPC: guías de práctica clínica europeas o norteamericanas.
En la tabla 1B se señalan las enfermedades cardiacas ante las que se haría profilaxis de EI o no en caso de manipulaciones orodentales de riesgo. Destaca que en las 3 indicaciones actualmente establecidas por las GPC norteamericana y europea (prótesis valvulares, EI previas, cardiopatías congénitas cianógenas o reparadas con material protésico), los dentistas en ambas provincias la realizan en muy alta proporción (tabla 1B). En el caso de indicaciones antes admitidas pero ahora desaconsejadas, como las valvulopatías mitral o aórtica significativas, se sigue haciendo en muy alta proporción, como se ve en la tabla 1B. Pero incluso en situaciones sin riesgo o con riesgo muy bajo de EI (bypass aortocoronario, stents, fibrilación auricular aislada, prolapso mitral leve, comunicaciones interventricular e interauricular o ductus cerrados sin defectos) para las que nunca ha habido recomendación de profilaxis de la EI, se realiza en un 50-70% de los casos (tabla 1B) y sin diferencias entre ambas provincias.
En la tabla 2 se señalan las pautas antibióticas utilizadas para la profilaxis de la endocarditis. El 35% de los dentistas en Sevilla y el 36,7% en Córdoba usan una pauta distinta de la recomendada (amoxicilina 2 g 1 h antes en dosis única). Cuando se preguntó acerca de qué microorganismos se esperaría eliminar con la profilaxis de la EI, solo el 9,7% de los dentistas de Sevilla y el 18,0% de los de Córdoba indicaron que solamente Streptococcus viridans, mientras que el 92,3 y el 88%, respectivamente, pensaban que así se eliminaban otros microorganismos, como enterococos, estafilococos y bacilos gramnegativos.
Pautas de profilaxis antibióticas utilizadas en pacientes sin alergia o alérgicos a los betalactámicos
Sevilla | Córdoba | p | |
---|---|---|---|
Antibiótico de primera opción para no alérgicos a los betalactámicos | 0,396 | ||
Amoxicilina | 71,0% | 77,2% | |
Amoxicilina-clavulánico | 24,2% | 22,8% | |
Otros (cefalosporinas, clindamicina) | 4,8% | 0 | |
Antibiótico de primera opción para alérgicos a los betalactámicos | 0,218 | ||
Clindamicina | 82,3% | 67,1% | |
Cefalosporinas | 4,8% | 8,9% | |
Otros (amoxicilina, metronidazol) | 18,9% | 23,0% | |
Pauta de dosis de antibiótico | 0,264 | ||
Dosis única 1 h antes | 69,4% | 54,4% | |
Dos dosis, 1 h antes y 6 h después | 16,1% | 30,4% | |
Otras | 14,5% | 15,2% | |
Dosis de amoxicilina en dosis única | |||
2 g | 64,5% | 63,3% | 0,229 |
1 g | 24,2% | 27,8% | |
Otras dosis | 11,3% | 8,9% |
La principal conclusión de nuestro estudio es que hay una notable falta de seguimiento y conocimiento de las recomendaciones actuales sobre profilaxis de la EI entre los odontólogos de nuestro medio, con una sobreutilización en pacientes sin recomendación actual de realizarla y, sobre todo, en situaciones sin riesgo de endocarditis tras manipulaciones dentales (portadores de stents coronarios, bypass aortocoronarios, prolapso mitral leve o incluso fibrilación auricular sin cardiopatía estructural). Es lo que podría definirse como la ya descrita filosofía del «por si acaso»6. Con las limitaciones de este estudio, que son las propias de una encuesta de cumplimentación voluntaria, parece que hay un notable desconocimiento entre los dentistas de nuestro medio sobre aspectos importantes de las pautas recomendadas de profilaxis de la EI, que se traducen en un uso excesivo de profilaxis antibióticas en pacientes sin riesgo de endocarditis. Este desconocimiento es similar y homogéneo en las 2 provincias estudiadas. Parece, pues, necesario elaborar estrategias de formación en esta enfermedad para todos los colectivos profesionales implicados, y para ello son imprescindibles la coordinación y la colaboración de todas las sociedades científicas implicadas.