Palabras clave
INTRODUCCION
A pesar de la importancia de la hipertensión arterial (HTA) como problema de salud pública en nuestro medio (alta prevalencia, elevada morbimortalidad)1-3, no hay estimaciones de su incidencia por edad y sexo en España. Según nuestros datos, sólo el estudio DRECE II ha proporcionado cifras de incidencia acumulada y tasa de incidencia en una población española seguida prospectivamente. Sin embargo, los autores no comunicaban cifras de incidencia específica para diferentes estratos de edad y sexo4.
Nuestro objetivo fue describir la tasa de incidencia de HTA por edad y sexo en una cohorte prospectiva, el Estudio Seguimiento Universidad de Navarra (SUN).
MÉTODOS
Participantes
El estudio SUN es una cohorte dinámica de graduados universitarios diseñada para estudiar la asociación entre factores dietéticos y la HTA, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. Sus métodos se han descrito con detalle en anteriores publicaciones5. Brevemente, en diciembre de 1999 se empezó a enviar una carta de invitación y un cuestionario a todos los graduados de la Universidad de Navarra y a miembros de algunas sociedades profesionales. El cuestionario recogía información sobre variables sociodemográficas, factores del estilo de vida (tabaquismo, actividad física, dieta) e información médica (antecedentes personales y familiares de distintos trastornos). Desde diciembre de 1999 hasta diciembre de 2002, 11.555 personas han contestado este cuestionario. Con posterioridad, el seguimiento de estos individuos se ha efectuado mediante cuestionarios enviados por correo cada 2 años y se han realizado hasta 5 envíos a quienes no contestaban. El 31 de diciembre de 2005, 9.695 participantes habían contestado el cuestionario de seguimiento a 2 años y 5.150 el cuestionario de seguimiento a 4 años. La proporción de individuos retenidos en la cohorte era del 85%. El intervalo de edad era de 20 a 90 años, pero en este análisis únicamente hemos incluido a los que tenían entre 25 y 65 años en el cuestionario basal. Se excluyó a los participantes que referían HTA, enfermedad cardiovascular, cáncer o diabetes al inicio del seguimiento, así como a los que presentaban ingestas calóricas extremas o cuyos valores para la edad, el sexo, el índice de masa corporal o la actividad física se habían perdido. Al final, se incluyó a 5.648 personas en el estudio. La edad media era de 33 años para las mujeres y 38 para los varones. El Comité Ético de Investigación Clínica de la Universidad de Navarra aprobó el protocolo de estudio.
Detección de nuevos casos de hipertensión arterial
En los cuestionarios basal y de seguimiento se preguntaba a los participantes si habían tenido un diagnóstico médico de HTA. Asimismo, el cuestionario basal recogía información sobre las cifras de presión arterial sistólica (PAS) y diastólica (PAD) más recientes. Finalmente, en el cuestionario de seguimiento se preguntaba por la fecha de diagnóstico de HTA.
Consideramos que un participante presentaba HTA al inicio del seguimiento si refería un diagnóstico médico de HTA, estaba tomando medicación antihipertensiva o tenía una PAS ≥ 140 mmHg o una PAD ≥ 90 mmHg6. Se consideraron como nuevos casos de HTA a los individuos que referían un diagnóstico médico de HTA en el seguimiento pero no presentaban HTA basal.
Se realizó un estudio de validación en una muestra aleatoria de participantes residentes en el área metropolitana de Pamplona (Navarra) (n = 127). Este estudio mostró que el diagnóstico autorreferido de HTA era suficientemente válido en esta cohorte (valor predictivo positivo del 82%, valor predictivo negativo del 85%) cuando se utilizaron 2 mediciones directas de la PA como criterio de referencia7.
Análisis estadístico
Realizamos un cálculo de personas-tiempo de seguimiento para cada participante que comenzó en la fecha de recepción del cuestionario basal y finalizó en la fecha de recepción del último cuestionario de seguimiento o la fecha de diagnóstico de HTA. Las tasas de incidencia de HTA específicas por edad y sexo se calcularon dividiendo el número de nuevos casos de HTA por la suma de personas-tiempo de seguimiento en cada estrato definido por edad y sexo. Estas cifras se resumieron mediante el cálculo de la probabilidad acumulada de tener un diagnóstico de HTA a la edad de 65 años8.
RESULTADOS
De los 11.555 que respondieron inicialmente el cuestionario excluimos a 3.538 participantes por presentar uno o más criterios de exclusión, con lo que quedaron 8.017 participantes para el análisis. De ellos, 6.776 respondieron el cuestionario de seguimiento a los 2 años y 3.659, el de seguimiento a los 4 años. La mediana de seguimiento fue de 30 meses. Esto representa un seguimiento de 20.031 personas-año, de las cuales 18.250 correspondían a participantes de 25-65 años. En la tabla 1 se muestran las características al inicio del seguimiento de los participantes que contestaron el cuestionario de seguimiento, según el sexo. Las mujeres de esta población eran más jóvenes, más delgadas, menos activas y referían seguir una dieta en general más saludable que los varones.
Se identificaron 91 nuevos casos de HTA entre las mujeres y 157 entre los varones. La tasa de incidencia cruda de HTA fue 8,2 (intervalo de confianza [IC] del 95%, 6,7-10,1) por 1.000 personas-año de seguimiento en mujeres y 21,8 (IC del 95%, 18,6-25,4) en varones. Las tasas de incidencia específica por edad y sexo, con sus IC del 95%, se muestran en la tabla 2. Las tasas de incidencia de HTA se incrementaban significativamente con la edad y eran mayores en los varones que en las mujeres en todos los grupos de edad (p < 0,05).
Bajo las asunciones habituales, incluida la ausencia de riesgos competitivos, la probabilidad acumulada de recibir un diagnóstico de HTA a la edad de 65 años en esta cohorte era del 50% en mujeres y del 70% en varones.
DISCUSION
En este estudio se proporcionan por vez primera tasas de incidencia de HTA por edad y sexo en una población española. Cabe destacar la elevada incidencia acumulada de tener un diagnóstico de HTA antes de los 65 años, especialmente entre los varones. Esta probabilidad acumulada es similar a las estimaciones de prevalencia de HTA en la población > 65 años en Europa9. En España, sólo el estudio DRECE II proporcionaba tasas de incidencia de HTA, pero los autores no comunicaban tasas específicas por edad y sexo4. Otros estudios de cohortes han proporcionado tasas de incidencia por edad y sexo de HTA comparables a las nuestras10-12.
Nuestro estudio tiene algunas limitaciones metodológicas. En primer lugar, el diagnóstico de HTA se basa en información autorreferida. Hemos mostrado, sin embargo, la validez adecuada de este diagnóstico autorreferido. No obstante, es probable que la incidencia de HTA observada en esta población infravalore la verdadera incidencia, debido a la proporción relativamente alta de casos de HTA que permanecen sin diagnosticar en la población general. El elevado nivel educativo de los miembros de esta cohorte probablemente redujo el impacto de esta infravaloración.
Otra posible limitación es que nuestros resultados no se pueden generalizar a la población española. Los participantes del estudio SUN son graduados universitarios y es posible que sigan un estilo de vida más saludable, lo cual supone que la incidencia de HTA que estamos observando sea menor que la de la población general española. Nuestro objetivo, sin embargo, no era proporcionar datos precisos sobre la incidencia de HTA en España, sino añadir información adicional a nuestro conocimiento de la epidemiología de la HTA más allá de la derivada de datos de prevalencia.
En conclusión, en ausencia de estimaciones de incidencia basadas en una muestra representativa de la población española y mediante la realización de mediciones directas de la presión arterial, nuestros datos muestran que la incidencia de HTA fue relativamente alta en una población española seleccionada, especialmente entre los varones. Esto se hacía más evidente cuando se consideraba la incidencia acumulada de diagnóstico de HTA a la edad de 65. La realización de estudios en la población general, con mediciones directas de la presión arterial, permitirá definir este problema con más exactitud.
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos la colaboración de todos los participantes del estudio SUN y al Dr. Javier Díez por sus comentarios a una versión previa del manuscrito.
El estudio SUN ha sido financiado por una beca FIS-Ministerio de Salud (Beca PI030678, PI040233, and G03/140), Gobierno Regional de Navarra (Beca PI41/2005) y la Universidad de Navarra. El Dr. Álvaro Alonso fue financiado por una beca Fulbright.
Correspondencia:
Dr. A. Alonso.
Department of Epidemiology, Harvard School of Public Health,
677 Huntington Avenue, Boston, 02115 MA, USA.
Correo electrónico: aalogut@alumni.unav.es
Recibido el 26 de julio de 2005.
Aceptado para su publicación el 23 de marzo de 2006.