Hemos leído con gran interés el artículo de Zamora et al.1, que realizan una estimación del número de pacientes candidatos a recibir inhibidores de la proproteína convertasa subtilisina/kexina tipo 9 (PCSK9). Consideramos muy interesante el hallazgo de que, aunque el relativamente más bajo porcentaje de candidatos a recibir estos fármacos sean los pacientes con enfermedad cardiovascular, por el contrario sea este colectivo el de mayor número absoluto de pacientes susceptibles de tratamiento con ellos. Consideramos que estos resultados son muy relevantes para la práctica clínica, ya que muestran que el 19,8% de los pacientes con enfermedad cardiovascular cumplen criterios para prescribirles PCSK9 por tener el colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (cLDL)> 100 mg/dl a pesar del máximo tratamiento hipolipemiante.
Hemos realizado una estimación de los pacientes que serían candidatos a recibir inhibidores de la PCSK9 por tener cLDL> 100 mg/dl a pesar del máximo tratamiento hipolipemiante en los 1.281 pacientes con enfermedad cardiovascular del REPAR (Registro Paciente de Alto Riesgo Cardiovascular). Este registro ya demostró que el tratamiento con dosis altas de estatinas se asociaba a mayor control del cLDL2, aunque esto solo se conseguía en menos del 40% de los pacientes. En la muestra de pacientes con enfermedad cardiovascular establecida (el 91% cardiopatía isquémica), el 33,6% de los pacientes estaban recibiendo dosis altas de estatinas y el 5,4%, dosis altas de estatinas en combinación con ezetimiba. Como se muestra en la figura 1, los porcentajes de pacientes con cLDL> 100 mg/dl pese tomar dosis altas de estatinas sin y con ezetimiba fueron del 27,3 y el 18,8% respectivamente; entre los pacientes que recibían estatinas de potencia intermedia sin y con ezetimiba, fueron del 44,8 y el 24,6%.
La dislipemia sigue siendo uno de los factores con menor grado de control en los pacientes con enfermedad cardiovascular establecida3,4. El tratamiento con dosis altas de estatinas se ha demostrado eficaz en el control del cLDL y la reducción de la incidencia de complicaciones cardiovasculares5; el tratamiento combinado con ezetimiba también aporta mejoras en el control del cLDL y el pronóstico5. Sin embargo, un importante porcentaje de pacientes siguen sin alcanzar el objetivo de tratamiento del cLDL pese a un tratamiento de máxima potencia2-4. Además, existen otros factores que también podrían explicar esta falta de control, como la baja adherencia terapéutica, efecto que no se puede descartar en nuestro análisis. Los inhibidores de la PCSK9 son una nueva alternativa terapéutica que se ha demostrado segura y eficaz para el control del cLDL y, además, reduce la incidencia de complicaciones cardiovasculares6. Los resultados de Zamora et al.1, además de los datos del REPAR, avalan que existe un importante porcentaje de pacientes con enfermedad cardiovascular establecida candidatos a recibir inhibidores de la PCSK9 una vez optimizados el tratamiento hipolipemiante y las medidas higiénico-dietéticas.
El REPAR contó con una beca no condicionada de laboratorios Ferrer España.