Sr. Editor:
Hemos leído el interesante artículo de Gadaleta et al1 acerca de la prolongación del intervalo QT corregido como predictor independiente de riesgo en el síndrome coronario agudo sin elevación del ST.
Queremos presentar los datos de nuestro estudio, que incluyó a 40 pacientes con cardiopatía isquémica demostrada, a los que se realizó una ecocardiografía de estrés con dobutamina, con la intención de estudiar la presencia de miocardio viable, considerado como la mejoría de la contractilidad basal en dos o más segmentos y en al menos un punto. El protocolo consistió en estadios de 3 min con dosis crecientes de dobutamina (5,10 y 20 μg/kg/min). Basalmente y al final de cada estadio se registró un ECG de 12 derivaciones. Se evaluó el intervalo QT máximo y mínimo; la dispersión (DQT) es la diferencia entre ambos. Los intervalos QT se corrigieron según la fórmula de Bazett (DQTc). Los pacientes con miocardio viable mostraron una mayor DQT a dosis bajas de dobutamina (10 μg) que los pacientes isquémicos sin miocardio viable, y las diferencias fueron estadísticamente significativas (71,5 ± 21,5 y 56,3 ± 17,4 ms para pacientes con miocardio viable y no viable respectivamente; p = 0,021), y mayor DQTc (86,1 ± 30,8 y 60 ± 20,1 ms respectivamente; p = 0,013). El análisis de la curva ROC mostró un área bajo la curva de 0,76 (intervalo de confianza del 95%, 0,60-0,93; p = 0,008) (fig. 1). Por lo tanto, una DQTc > 59 ms predijo viabilidad miocárdica con una sensibilidad del 76,9% y una especificidad del 55,6%. No obstante, el aumento de la DQT desapareció con dosis de dobutamina mayores.
Fig. 1. Curva ROC de la DQT, donde se muestra que 59 ms es el valor que combina las mejores sensibilidad y especificidad para el diagnóstico de viabilidad miocárdica.
Nuestros datos concuerdan con otros que han observado que la viabilidad miocárdica se asocia con menor DQT en reposo y un incremento con la infusión de dosis bajas de dobutamina (10 μg)2,3.
Aunque se ha descrito un aumento aún mayor de la DQT con dosis altas de dobutamina (20 μg), parece estar relacionado con isquemia inducible. Así, aquellos con acinesia persistente no mostraron cambios en la DQT4.
La viabilidad miocárdica tras un IAM se asocia a una repolarización miocárdica heterogénea y, por lo tanto, parece asociarse con una mayor DQT. Estos pacientes presentan un mayor riesgo arrítmico con el ejercicio y un incremento en la incidencia de eventos isquémicos recurrentes2. Se ha observado que los cambios en la duración y DQT inducidos por el ejercicio permiten identificar a los pacientes con alto riesgo de muerte súbita tras un IAM5.
Por lo tanto, la medición de la DQT tras la infusión de dosis bajas de dobutamina (10 μg) o durante la realización de una prueba de esfuerzo podría ayudar a identificar a pacientes con miocardio viable tras un IAM, con la consiguiente repercusión en el pronóstico y el manejo de estos pacientes. La importancia de este hecho radica en el bajo coste y la disponibilidad universal del ECG.