Estudio transversal de la obesidad en una muestra aleatoria de 4.012 personas de edad ≥ 15 años en Castilla y León. Se estimó la prevalencia de obesidad (índice de masa corporal ≥ 30) y de obesidad abdominal (cintura > 102cm en varones y > 88cm en mujeres) y se calculó la relación de ambos tipos de obesidad con otros factores de riesgo cardiovascular. La prevalencia de obesidad fue del 21,7% (intervalo de confianza [IC] del 95%, 20,3%-23,2%), mayor en mujeres —23,2% (IC del 95%, 20,9%-25,5%) que en varones —20,4% (IC del 95%, 18%-22,7%)—. La prevalencia de obesidad abdominal fue del 36,7% (IC del 95%, 34,6%-38,9%), mayor también en mujeres —50,1% (IC del 95%, 47%-53,1%)— que en varones —22,8% (IC del 95%, 20,3%-25,2%). Todos los factores de riesgo cardiovascular, excepto el tabaquismo, estuvieron asociados a la obesidad. El riesgo SCORE y Framingham a 10 años fue superior en obesos.
Palabras clave
La obesidad es un importante problema de salud pública con elevada prevalencia en los países desarrollados1. La obesidad incrementa la mortalidad2 y disminuye la esperanza y la calidad de vida, especialmente en adultos jóvenes3,4. La Encuesta de Salud de 2003 señalaba un sobrepeso en Castilla y León del 35,9%, similar a la media española, y una tasa de obesidad del 11,7%, inferior a la media nacional5.
Además de la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, las hiperlipemias y el hábito de fumar4,6, se reconoce la influencia que el exceso de peso puede tener en el incremento de la enfermedad vascular isquémica7,8, de manera directa o interaccionando con otros factores de riesgo.
No obstante, todavía hay gran incertidumbre sobre el significado real de la obesidad en la génesis de la enfermedad cardiovascular, y en qué medida los cambios en la alimentación y los estilos de vida están modificando los diferentes tipos de obesidad por edad, sexo o el medio (rural o urbano) en que vive la población.
En este trabajo se describen los indicadores de obesidad en la población de 15 y más años de edad de Castilla y León y se estudia su asociación con otros factores de riesgo cardiovascular.
MétodosLos datos proceden del estudio de riesgo de enfermedad cardiovascular en Castilla y León, estudio descriptivo realizado en 2004 con los profesionales de atención primaria en una muestra de población ≥ 15 años de edad estratificada (por área de salud y zona rural/urbana-semiurbana), del que ya se han descrito tanto el diseño como los resultados generales9,10.
Las etapas consistieron en un muestreo aleatorio simple de médicos y, posteriormente, de personas del cupo de esos médicos, con un tamaño muestral de 450 personas para cada una de las 11 áreas, calculado para una p=50%, un error del 5% y un porcentaje de falta de respuesta estimado en un 20%. La muestra estudiada fue de 4.012 personas.
Se revisó la historia clínica, se midió la presión arterial, el peso, la talla y el perímetro abdominal, y se realizó una extracción sanguínea. La exploración se efectuó con la persona en ropa interior y sin zapatos. El perímetro abdominal se midió con el paciente en decúbito supino pasando la cinta métrica bajo su cuerpo a la altura del mayor perímetro abdominal.
Se consideró obesidad si el índice de masa corporal (IMC) ≥ 3011, obesidad mórbida si el IMC ≥ 40, y obesidad abdominal (OA) si el perímetro abdominal > 102cm en los varones y > 88cm en las mujeres. Se consideró hipertensa a una persona si constaba en su historia, tenía tratamiento o su presión arterial sistólica era ≥ 140mmHg o la presión arterial diastólica era ≥ 90mmHg. Se consideró diabética a una persona si constaba en su historia o su glucemia basal era > 125mg/dl. Se consideró que una persona tenía dislipemia si constaba en su historia, tenía tratamiento o las cifras de colesterol total eran ≥ 250mg/dl. Se consideró fumadora a una persona si consumía uno o más cigarrillos diarios.
Se realizaron estimaciones puntuales y por intervalos de la prevalencia de obesidad. Se utilizó la media muestral ponderada por el diseño y el estimador de razón Ys=ty π / N, donde ty π fue el estimador del total de la variable de estudio y N el estimador de la población total. Se ajustaron por edad las tasas de varones y mujeres y en los medios rural y urbano-semiurbano, tomando como población estándar la población total estimada por el diseño del estudio. Se realizaron distribuciones y tablas con los datos de la muestra.
Se describió la asociación de la obesidad con los parámetros estimados para el conjunto de la población. Se estudió la relación existente entre la obesidad y los antecedentes de infarto de miocardio y enfermedad cerebrovascular (ECV), calculándose además los índices de riesgo SCORE (Systematic Coronary Risk Evaluation) y Framingham, de acuerdo con los modelos descritos por Conroy et al12 y Wilson et al13, respectivamente.
ResultadosPrevalencia de obesidadSe estimó la obesidad (IMC ≥ 30) en el 21,7% (intervalo de confianza [IC] del 95%, 20,3%-23,2%), superior en las mujeres que en los varones, con el 23,2% (IC del 95%, 20,9%-25,5%) y el 20,4% (IC del 95%, 18%-22,7%) respectivamente. La mayor prevalencia estuvo entre los 60 y los 64 años, con cifras superiores en varones hasta los 50 años y mujeres a partir de esta edad. Los varones tuvieron el máximo entre los 55 y los 59 años y las mujeres, entre los 60 y los 64 años, con valores que duplicaban a los de los varones a partir de esa edad (Tabla 1).
Tabla 1. Estimación de las prevalencias de obesidad y obesidad mórbida por grupos de edad y sexo
Obesidad (IMC ≥ 30) | Obesidad mórbida (IMC ≥ 40) | |||||
Total | Varones | Mujeres | Total | Varones | Mujeres | |
Total | 21,7 (20,3-23,2) | 20,4 (18-22,7) | 23,2 (20,9-25,5) | 1,4 (1-1,9) | 1 (0,3-1,8) | 1,9 (1,2-2,5) |
Edad (años) | ||||||
15-34 | 9,8 (7,8-11,9) | 11,4 (8,4-14,3) | 8,5 (5,6-11,3) | 0,4 (0-0,9) | 0,0 | 0,8 (0-1,7) |
35-39 | 14,4 (10,8-18) | 18,5 (12,8-24,2) | 11,0 (6,4-15,5) | 0,3 (0-0,7) | 0,0 | 0,7 (0-1,5) |
40-44 | 20,7 (15,7-25,7) | 23,4 (17,3-29,6) | 19,2 (12,2-26,2) | 2,3 (0,3-4,2) | 0,8 (0-2,1) | 3,6 (0-7,2) |
45-49 | 19,3 (13,3-25,2) | 25,4 (18-32,7) | 12,2 (6,6-17,9) | 2,1 (0-4,2) | 4,1 (0-8,3) | 0,1 (0-0,4) |
50-54 | 26,3 (20-32,6) | 18,7 (12,7-24,6) | 34,2 (26,4-42,1) | 4,6 (1,5-7,7) | 0,8 (0-2,7) | 9,3 (5-13,6) |
55-59 | 33,9 (28,1-39,6) | 35,3 (26,2-44,3) | 33,5 (27-40) | 3,0 (0,5-5,6) | 1,5 (0-3,6) | 3,8 (0,5-7,2) |
60-64 | 36,9 (30,8-43) | 29,9 (22-37,9) | 43,4 (34,1-52,6) | 1,0 (0-2,1) | 1,4 (0-3,6) | 0,6 (0-1,5) |
65-69 | 26,1 (20,9-31,2) | 18,0 (12,7-23,4) | 33,2 (24-42,5) | 0,8 (0-1,9) | 0,0 | 1,6 (0-4,1) |
70-74 | 29,3 (22,8-35,3) | 16,6 (9,2-24) | 37,8 (29,3-46,3) | 2,6 (0,3-4,8) | 3,1 (0-6,7) | 2,0 (0-4,3) |
≥ 75 | 26,5 (22,3-30,8) | 17,2 (10,2-24,3) | 34,9 (28,2-41,7) | 1,2 (0,4-2) | 0,4 (0-1,3) | 2,0 (0,8-3,2) |
IMC: índice de masa corporal.
Las cifras expresan porcentajes y sus intervalos de confianza del 95%.
La prevalencia de obesidad mórbida (IMC ≥ 40) fue del 1,4% (el 1,0 en los varones y el 1,9% en las mujeres). El porcentaje mayor apareció entre los 50 y los 54 años, franja de edad en que las mujeres tuvieron las cifras más altas; los varones alcanzaron este máximo entre los 45 y los 49 años.
Las tasas ajustadas por edad de la obesidad y de la obesidad mórbida en los varones fueron del 18,8 y el 0,9% respectivamente, significativamente inferiores a las de las mujeres, con el 22,5 y el 2,0% respectivamente.
La obesidad mostró prevalencias superiores en las zonas rurales (26,2%; IC del 95%, 23,4%-28,1%) que en las urbanas-semiurbanas (18,7%; IC del 95%, 16,3%-20,1%), diferencias que se mantuvieron después de ajustar por la edad (el 24,6 y el 18,1% respectivamente).
La prevalencia de OA se estimó en el 36,7% (IC del 95%, 34,6%-38,9%), superior en mujeres (50,1%; IC del 95%, 47%-53,1%) que en varones (22,8%; IC del 95%, 20,3%-25,2%). La mayor prevalencia se observó en mujeres entre 60 y 74 años (Tabla 2).
Tabla 2. Estimación de la prevalencia de obesidad abdominal * por grupos de edad y sexo
Total | Varones | Mujeres | |
Total | 36,7 (34,6-38,9) | 22,8 (20,3-25,2) | 50,1 (47,0-53,1) |
Edad (años) | |||
15-34 | 15,2 (12,6-17,7) | 9,8 (6,5-13) | 20,6 (17,1-24) |
35-39 | 22,2 (17,1-27,2) | 15,9 (9,6-22,3) | 28,5 (21-35,9) |
40-44 | 28,3 (22,7-33,9) | 17,2 (12-22,3) | 37,9 (30-45,9) |
45-49 | 23,7 (17,4-29,9) | 21,2 (1,8-28,5) | 30,2 (22-38,3) |
50-54 | 41,8 (34,5-49) | 24,5 (15,5-33,4) | 58,1 (51,3-64,9) |
55-59 | 54,2 (47,8-60,7) | 37,6 (29,2-45,9) | 65,9 (58,8-72,9) |
60-64 | 55,0 (48,8-61,2) | 31,0 (23,2-38,8) | 80,5 (73,9-87,1) |
65-69 | 54,1 (47-61,2) | 33,6 (25,1-42) | 77,7 (69,2-86,2) |
70-74 | 59,6 (52,2-67) | 23,5 (15,1-32) | 86,7 (81,2-92,2) |
≥ 75 | 54,5 (49-59,9) | 28,5 (22,6-34,5) | 76,7 (70,6-82,8) |
Las cifras expresan porcentajes y sus intervalos de confianza del 95%.
* Obesidad abdominal (varones, > 102 cm; mujeres, > 88 cm).
Igual que con el IMC, se encontró mayor prevalencia de OA en las zonas rurales (40,1%; IC del 95%, 36,63%-43,7%) que en las urbanas-semiurbanas (34,4%; IC del 95%, 31,6%-37,1%), diferencias que se mantuvieron después de ajustar las tasas por edad.
Relación de la obesidad con otros factores de riesgo cardiovascularEn la Tabla 3 se muestra la relación entre la obesidad y otros factores de riesgo cardiovascular. La hipertensión fue superior en los obesos (65,7%) y con sobrepeso (45,1%) que en quienes tenían un IMC normal (21%), con diferencias estadísticamente significativas (Tabla 3). Los resultados fueron similares cuando se relacionó este factor de riesgo con la OA. La diabetes mellitus fue más frecuente entre los obesos (17,3%) que entre los sujetos con normopeso (4,7%).
Tabla 3. Prevalencia de los factores de riesgo cardiovascular y valores de los índices de riesgo cardiovascular según los valores del índice de masa corporal (IMC) y la obesidad abdominal (OA) de la muestra
Prevalencia total a | Prevalencia según IMC | Prevalencia según OA | ||||||
Normopeso | Sobrepeso | Obesidad | p b | Normal | Obeso | p b | ||
Hipertensión arterial (%) | 38,7 | 21,0 | 45,1 | 65,7 | < 0,0001 | 28,1 | 61,8 | < 0,0001 |
Diabetes mellitus (%) | 8,8 | 4,7 | 10,4 | 17,3 | < 0,0001 | 6,1 | 15,7 | < 0,0001 |
Hipercolesterolemia (%) | 28,9 | 20,1 | 33,3 | 38,6 | < 0,0001 | 23,6 | 39,1 | < 0,0001 |
Tabaquismo (%) | < 0,0001 | < 0,0001 | ||||||
No fumadores | 53,5 | 53,3 | 52,6 | 60,1 | 47,1 | 66,1 | ||
Ex fumadores | 21,8 | 17,5 | 25,5 | 22,1 | 24,2 | 18,3 | ||
Fumadores | 24,7 | 29,2 | 21,9 | 17,8 | 28,7 | 15,6 | ||
Antecedente de infarto (%) | 4,4 | 2,6 | 5,2 | 5,8 | < 0,0001 | 3,4 | 5,9 | < 0,0001 |
Antecedente de ACVA (%) | 2,0 | 1,4 | 2,5 | 2,1 | NS | 1,8 | 2,4 | NS |
SCORE ≥ 5% | 7,4 | 3,7 | 8,5 | 12,0 | < 0,0001 | 6,9 | 9,6 | < 0,0001 |
Framingham ≥ 20% | 9,3 | 3,9 | 11,9 | 15,7 | < 0,0001 | 9 | 12,2 | < 0,0001 |
ACVA: accidente cerebrovascular agudo; SCORE: Systematic Coronary Risk Evaluation.
a Estimaciones poblacionales.
b Prueba de la χ2.
Menos diferencias se encontraron en la hipercolesterolemia entre los diferentes niveles de IMC y de OA, aunque se mantuvieron estadísticamente significativas. Por otra parte, se encontraron menos fumadores y más ex fumadores entre los obesos.
Los antecedentes de ECV se observaron más en las personas con sobrepeso y obesidad, y se multiplicaba por dos la prevalencia de infarto de miocaardio. No se encontraron diferencias significativas en el caso de la ECV.
El riesgo elevado de morir por ECV en 10 años (SCORE ≥ 5%) fue más prevalente entre los obesos (12%), que entre los sujetos con sobrepeso (8%) y normopeso (3,7%). Similares diferencias se observaron para el riesgo elevado de cardiopatía isquémica en 10 años (índice de Framingham ≥ 20%): el 15,7% en obesidad, el 11,9% en sobrepeso y 3,9% en normopeso. En los cálculos realizados con la OA se encontraron las mismas diferencias.
DiscusiónEl IMC y la OA son los métodos más utilizados para valorar la obesidad por la facilidad para calcularlos2,14.
Casi la mitad de los varones y un tercio de las mujeres presentaron sobrepeso y 1 de cada 5 personas resultó obesa, resultado compatible con el encontrado en otros estudios nacionales y multinacionales15,16,17.
La prevalencia fue menor con el IMC (21,7%) que con la OA (36,7%), diferencias que fueron mayores en las mujeres.
Se observó una fuerte asociación de la obesidad con la hipertensión arterial y la diabetes mellitus, pero de importancia mucho menor con la hipercolesterolemia. El menor número de fumadores entre los obesos indica una reducción de factores de riesgo cardiovascular en estos pacientes y la asociación inversa de la edad y el tabaquismo.
La enfermedad isquémica entre los obesos o con sobrepeso fue insignificante, indicando que el riesgo de eventos cardiovasculares apareció con cifras de IMC no excesivamente elevadas o que las personas que habían sufrido algún episodio de este tipo mantenían un cierto control del peso. Por el contrario, la estimación prospectiva del riesgo (población con SCORE ≥ 5% o Framingham ≥ 20%) mostró que el sobrepeso y la obesidad y la OA aumentaron los valores de manera significativa.
La alta prevalencia de obesidad podría relacionarse con el hecho de que ni la población ni los profesionales de la salud consideren la obesidad una enfermedad, sino un factor de riesgo de límites imprecisos más relacionados con la estética que con las medidas antropométricas. La diferente percepción que se puede tener del grado de obesidad según la medida empleada condiciona la actitud que el profesional y el paciente adoptan en la prevención y el control del riesgo cardiovascular total.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Recibido 13 Mayo 2009
Aceptado 28 Enero 2010
Autor para correspondencia. Centro de Salud de Cuéllar, Solana Alta, s/n. 40200 Cuéllar, Segovia, España. arleny58@hotmail.com