Palabras clave
INTRODUCCION
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares (ECV) causan alrededor del 30% de las muertes en todo el mundo1, situación similar a la de Chile2,3.
La investigación de factores de riesgo cardiovascular (FRCV) es uno de los campos de mayor desarrollo en la epidemiología. Se han identificado conductas que pueden contribuir a la aparición o disminución de las ECV. Los FRCV se han clasificado en factores de riesgo principales y emergentes. La OMS considera como FRCV principales y modificables al tabaquismo, el sedentarismo, la dieta pobre en fibras y rica en colesterol y grasas saturadas, la diabetes mellitus (DM), las dislipidemias y la hipertensión arterial (HTA)4-6.
La mayoría de los estudiantes universitarios son «sanos»; sin embargo, algunos pueden presentar FRCV principales sin manifestaciones clínicas. Dado que muchos FRCV son modificables, es necesario conocer su prevalencia y, si corresponde según los resultados, realizar programas de prevención dirigidos a disminuir su frecuencia.
El presente trabajo tuvo como objetivo estudiar la prevalencia de algunos FRCV principales en una población de universitarios del centro-sur de Chile.
MÉTODOS
Se realizó un estudio transversal, con selección aleatoria de estudiantes de 19 carreras de la Universidad de Talca (Talca, VII Región del Maule, Chile). Se incluyó a 783 alumnos de 18 a 26 años de los matriculados en abril de 2004, lo que representa el 14,9% del alumnado. Un 2% de los alumnos invitados a participar en el estudio no respondió a la llamada.
Todos firmaron un consentimiento informado validado por el Comité de Bioética de la Universidad. La recolección de información (encuestas, mediciones, toma de muestras y su procesamiento) se realizó entre abril y junio de 2004.
Instrumento
Se preparó un cuestionario administrado con preguntas cerradas, a partir de la revisión de cuestionarios para FRCV principales7-9, en el que destacaban:
1. Datos demográficos: edad, sexo, estado civil, dirección de origen.
2. Antecedentes:
- Familiares: padres y abuelos: HTA, DM, tabaquismo, obesidad e infarto agudo de miocardio (IAM).
- Personales: se consultó sobre hábitos de tabaquismo y actividad física (encuesta simple, no detallada).
3. Mediciones: las determinaciones del peso, la talla, la presión arterial y el diámetro de cintura se realizaron en condiciones estandarizadas10,11, las cuales, para minimizar la variabilidad entre observadores y vigilar la precisión y exactitud de las medidas, fueron periódicamente supervisadas por la Directora del Servicio de Salud Estudiantil. En las mediciones antropométricas se utilizó una balanza calibrada periódicamente y un antropómetro que tenía una precisión de 1 mm. Las mediciones se realizaron sin zapatos y con ropa mínima.
Definiciones
Para ello se usaron los consensos internacionales:
1. Presión arterial. De acuerdo con la OMS/Sociedad Internacional de Hipertensión y Joint National Committee on Prevention for High Blood Pressure12-15, se definió como presión arterial (PA) normal (PA sistólica [PAS] < 130 mmHg y PA diastólica [PAD] < 85 mmHg), PA normal alta (PAS, 130-139 mmHg y PAD, 85-89 mmHg), HTA de grado 1 (PAS, 140-159 mmHg o PAD, 90-99 mmHg) y HTA de grado 2 (PAS ≥ 160 mmHg o PAD ≥ 100 mmHg). La PA se midió con un manómetro de mercurio en posición sentada y reposo de 5 min16-18. Cuando la PAS fue > 129 mmHg y/o la PAD > 84 mmHg, la medición se repitió en otra oportunidad; se consideró el promedio de 3 lecturas tomadas con un intervalo de 10 min entre ellas.
2. Perfil lipídico. De acuerdo con el Programa Nacional e Internacional de Educación sobre colesterol19-21, se consideró colesterol deseable < 200 mg/dl, límite alto, 200-239 mg/dl y elevado ≥ 240 mg/dl. El colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad (cHDL) se consideró alterado con cifras ≤40 mg/dl. Para el colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (cLDL) se establecieron 3 niveles: deseable (< 100 mg/dl), riesgo mediano (100-129 mg/dl) y riesgo alto (≥ 130 mg/dl). Para los triglicéridos séricos se consideraron los siguientes valores: deseable (< 150 mg/dl), límite alto (150-199 mg/dl), alto (200-499 mg/dl) y muy alto (≥ 500 mg/dl)5,22.
3. Glucemia. Se consideraron los siguientes valores: normal (70-100 mg/dl), alterada (101-125 mg/dl) y diabetes (≥ 126 mg/dl)23,24.
4. Sobrepeso y obesidad. Se evaluó el estado nutritivo con el índice de masa corporal (IMC)2,6,25,26. De acuerdo con éste se clasificaron en: enflaquecido (< 20), normal (entre ≥ 20 y < 25), sobrepeso (entre ≥ 25 y < 30) y obeso (≥ 30).
5. Diámetro de cintura. Sobre los siguientes valores se consideró aumento del diámetro de cintura: varones (≥ 102 cm) y mujeres (≥ 88 cm).
6. Síndrome metabólico. Según el Treatment of High Blood Cholesterol in Adult (ATPIII), se exige la presencia de al menos 3 de los siguientes FRCV: perímetro abdominal aumentado, hipertrigliceridemia, cHDL disminuido, hiperglucemia en ayuno (> 110 mg/dl) y PA alterada (sobre 135/80).
7. Actividad física. Se definió como sedentaria a la persona que realizaba menos de 15 min de actividad física 3 veces por semana27.
8. Consumo de tabaco. Los sujetos fueron clasificados en dos categorías: no fumador (ex fumadores de más de un año y los que nunca habían fumado) y fumador regular o actual (fumadores diarios y ocasionales).
En los parámetros bioquímicos se tomó una muestra de sangre tras un ayuno de 12-14 h y se midieron el perfil lipídico, la glucemia y otros (transaminasa glutámica oxalacética, transaminasa glutámica pirúvica, fosfatasa alcalina, bilirrubina total, albúmina, proteína total, ácido úrico, nitrógeno ureico, fósforo y calcio).
Determinaciones de laboratorio
Las mediciones fueron realizadas en condiciones estandarizadas según las normas nacionales e internacionales. Se utilizó un analizador automático BTS-370 plus (Bio-System, España) y los reactivos fueron de Bio-System. El cLDL se calculó mediante la fórmula de Friedewald28:
[cLDL= colesterol total - [cHDL + (triglicéridos/5)].
Los resultados fueron entregados a cada alumno y los casos alterados se remitieron al Servicio de Salud de la Universidad.
Análisis estadístico
Se realizó la informatización de los datos con doble entrada independiente por personal entrenado. El 10% de la información introducida fue revisada para comprobar la consistencia (errores de digitación). Los datos fueron analizados mediante el programa SPSS 11.5 para Windows. Para el análisis de los resultados de cada FRCV se calculó la prevalencia para la población en general, separada por sexo y por grupos de edad. Para la comparación entre grupos se usó la estadística de la χ² o el test de Fisher para la diferencia entre proporciones. Las diferencias de variables continuas entre varios grupos fueron evaluadas con la prueba de la t de Student. Se consideraron significativos los valores > 5%.
RESULTADOS
Del total de alumnos, 319 (40,7%) eran varones, con una edad promedio de 21,1 ± 2,3 años, y 464 (59,3%) eran mujeres, con 21,3 ± 2,2 años. Un 0,9% de los encuestados estaba casado y la mayoría eran mujeres (85,7%). Según la información proporcionada por la Unidad de Bienestar Estudiantil de la Universidad, alrededor del 50% de los alumnos tenía un nivel socioeconómico (NSE) bajo; el 35%, un NSE medio y un 15%, un NSE medio alto o alto. Respecto a la regionalidad de origen, el 74,0% era de la VII Región del Maule, el 15,9% de la VI Región, el 5,8% de la VIII Región, el 3,8% de la Región Metropolitana y el 0,5% de otras regiones del país. De la VII Región, las comunas urbanas más representadas fueron: Talca (60,8%), Curicó (15,0%) y Linares (7,3%); de las comunas rurales: San Clemente (15,4%), Maule (14,1%) y Curepto (11,5%). El 60,6% de los alumnos vivía con uno o ambos padres, o parientes y el 39,4% no vivía en pensión, con amigos, solo o con pareja.
El 46,0% de los alumnos indicó que en su familia había antecedentes de HTA; el 38,5%, DM; el 18,5%, tabaquismo; el 18,2%, obesidad, y el 17,9%, IAM.
Presión arterial
El promedio de la PAS y la PAD fue de 116 ± 13 y 74 ± 11 mmHg, respectivamente. Al comparar la PAS y la PAD por sexos, para los varones fue 122 ± 14 y 76 ± 13 mmHg, y para las mujeres, 112 ± 11 y 72 ± 9 mmHg (p < 0,0001) (tabla 1). El 12,8% presentaba algún grado de HTA, con un 22,9% en los varones y un 5,8% en las mujeres (p < 0,0001) (tabla 2). El 1,2% presentó una PA normal alta, y el 10,6%, HTA de grado 1 (el 18,8% de los varones y el 5,0% de las mujeres) (p < 0,0001) (tabla 2).
Obesidad
El IMC en varones fue 25 ± 4 y en mujeres, 23 ± 4 (p < 0,0001) (tabla 1). El 32,8% (el 45,5% de los varones y el 24,3% de las mujeres) presentó un IMC ≥ 25, es decir, sobrepeso u obesidad (tabla 2).
Diámetro de cintura
Los varones presentaron un diámetro de cintura promedio de 90 ± 9 cm y las mujeres, de 82 ± 48 cm (tabla 1). El 10,0% de los varones y el 14,7% de las mujeres presentaron un diámetro de cintura aumentado (p = 0,056) (tabla 2).
Perfil lipídico
El valor promedio de colesterol total fue 175 ± 32 mg/dl (174 ± 33 mg/dl en varones y 173 ± 31 mg/dl en mujeres) (tabla 1). Un 20,2% presentó hipercolesterolemia (≥ 200 mg/dl), sin diferencias según el sexo (el 20,2% de los varones y el 20,3% de las mujeres) (tabla 2). El 35,2% presentó 200-210 mg/dl, el 23,9% entre 211 y 220 mg/dl, el 17,6% entre 221 y 230 mg/dl y el 23,3% > 230 mg/dl.
La concentración de cHDL fue significativamente inferior en varones (53 ± 7 mg/dl) que en mujeres (54 ± 7 mg/dl) (p < 0,003) (tabla 1). Un 2,3% de estos alumnos presentó un valor de cHDL disminuido (el 4,4% de los varones y el 0,9% de las mujeres; p = 0,0012) (tabla 2). El promedio de cLDL fue 102 (± 30 mg/dl (102 ± 30 mg/dl en varones y 102 ± 29 mg/dl en mujeres; p = NS) (tabla 1). Un 43,9% de estos alumnos presentó un cLDL aumentado (el 43,9% de los varones y el 43,8% de las mujeres; p = NS) (tabla 2). Cabe destacar que un 17,6% (el 18,8% de los varones y el 16,8% de las mujeres) tuvo valores de cLDL de alto riesgo (tabla 2). El valor promedio de triglicéridos séricos fue 96 ± 41 mg/dl (99 ± 39 mg/dl en varones y 93 ± 43 mg/dl en mujeres; p = NS) (tabla 1). Un 8,1% de estos alumnos presentó triglicéridos aumentados (el 8,8% de los varones y el 7,7% de las mujeres; p = NS) (tabla 2) y un 2,1% de los alumnos (el 2,8% de los varones y el 1,6% de las mujeres) tenía concentraciones altas de triglicéridos (tabla 2).
Glucemia
El promedio de la glucemia en ayunas para todos los alumnos fue de 74 ± 10 mg/dl, sin diferencias según el sexo (76 ± 10 mg/dl en varones y 73 ± 10 mg/dl en mujeres) (tabla 1). Sólo un 1,4% de los alumnos (el 1,6% de los varones y el 1,3% de las mujeres) presentó una glucemia elevada y no sobrepasó los 125 mg/dl (tabla 2).
Síndrome metabólico
Siete alumnos (1,0%) presentaron síndrome metabólico (4 casos con HTA, diámetro de cintura aumentado e hipertrigliceridemia; 2 casos con HTA, diámetro de cintura aumentado y cHDL disminuido y por último, un caso con HTA, diámetro de cintura aumentado, cHDL e hipertrigliceridemia). No se encontraron diferencias entre varones y mujeres.
Actividad física
Un 91,5% fue considerado sedentario (el 85,9% de los varones y el 95,3% de las mujeres; p < 0,0001) (tabla 1).
Tabaquismo
Un 39,8% se reconoció fumador (el 39,2% de los varones y el 40,1% de las mujeres) (tabla 1). El 42,7% de los padres de los alumnos y el 63,2% de los alumnos no fumadores dejaban que otros fumaran en un lugar cerrado, considerándose fumadores pasivos.
El 97,2% de los alumnos presentó algún FRCV, más frecuentes en mujeres (59,7%) que en varones (40,3%) (p = 0,013). La mayoría presentó uno o 2 FRCV y fueron más frecuentes las siguientes combinaciones: tabaquismo y sedentarismo (16,3%), hipercolesterolemia y sedentarismo (5,8%), IMC aumentado y sedentarismo (4,9%) y HTA y sedentarismo (3,2%).
Otros parámetros bioquímicos
En las otras pruebas bioquímicas se obtuvo la siguiente información: transaminasa glutámica oxalacética, 24 ± 10 U/l; transaminasa glutámico pirúvica, 25 ± 11 U/l; fosfatasa alcalina, 67 ± 22 U/l; bilirrubina, 0,6 ± 0,3 mg/dl; albúmina, 4 ± 1 g/dl; proteínas totales, 8 ± 1 g/dl; nitrógeno ureico, 12 ± 4 mg/dl; fósforo, 4 ± 1 mg/dl; calcio, 10 ± 1 mg/dl; ácido úrico: varones 5 ± 1 mg/dl y mujeres 4 ± 1 md/dl. Un 1,4% presentó hiperuricemia y un 5,2%, aumento en transaminasa glutámica oxalacética.
Al comparar la prevalencia de FRCV según el origen de los estudiantes, urbano o rural, se observó que la obesidad se presentó con mayor frecuencia en alumnos de origen rural (13,3%) que urbano (5,4%) (p = 0,002). Por otra parte, el tabaquismo fue más frecuente en los de origen urbano (41,1%) que rural (23,3%) (p = 0,024).
DISCUSION
Las ECV son la principal causa de muerte en el mundo y Chile no es una excepción. El objetivo de este estudio fue conocer la prevalencia de FRCV en una población de jóvenes universitarios de la región centro-sur de Chile.
La HTA mantenida en el tiempo produce múltiples efectos adversos en el sistema cardiovascular29. La prevalencia de HTA en el 12,8% de los jóvenes estudiados es superior a la observada en la Encuesta Nacional de Salud (ENS) 2003 realizada por el Ministerio de Salud de Chile (el 5,6% de los jóvenes de 17-24 años)30 y por Chiang-Salgado et al31 en estudiantes universitarios (un 5,8% en varones y un 3,3% en mujeres); asimismo, es inferior al 18,6% encontrado en la zona urbana de la VIII Región (Chile) en individuos mayores de 14 años32. En la población española, la prevalencia de hipertensión es del 41,1% en varones y del 38,2% en mujeres (entre 25 y 74 años)33 y del 30,4% en varones y el 15,2% en mujeres (entre 35 y 44 años)34. La mayor prevalencia de HTA en los jóvenes universitarios incluidos en este estudio que en la población joven chilena podría explicarse porque se trata de una subpoblación de este último grupo etáreo que vive particulares situaciones de estrés.
Por otro lado, se sabe que la obesidad aumenta el riesgo de que un individuo presente otros FRCV3. Alrededor del 32,8% de los estudiantes presentó sobrepeso u obesidad; desconocemos las razones por las que se presentó con mayor frecuencia en los varones. En la ENS 2003, esta condición se observó en el 25,4% de los jóvenes de 17-24 años (un 8,6%, obesidad y un 16,8%, sobrepeso)30. En jóvenes entre 22 y 28 años, Bustos et al encontraron una prevalencia de sobrepeso y/u obesidad del 46,4% en los varones y del 49,1% en las mujeres. Por su parte, en España, Rigo Carratala et al34 encontraron que el 15,9 y el 16,7% de los varones y las mujeres, respectivamente, presentaban obesidad, y Masia et al33 hallaron en una población de 25 a 74 años el 19,0% de obesidad.
La circunferencia de cintura es utilizada como indicador de obesidad abdominal35,36. Considerando como valor de corte > 102 cm para los varones y > 88 cm para las mujeres, el 12,8% de los estudiantes presentó un diámetro de cintura mayor del normal, a diferencia de lo encontrado por Bustos et al3, quienes observaron esta situación en el 30,8% de una población de adultos jóvenes (22-28 años); esta diferencia podría deberse, en parte, al hecho de que el promedio de edad, aun siendo jóvenes, fue mayor que en este estudio.
Otro factor de riesgo principal y parcialmente modificable son las dislipidemias. En nuestro estudio, el 20,2% de los alumnos presentó algún grado de hipercolesterolemia, sin diferencias entre varones y mujeres. En la ENS 2003 se encontró que el 7,1% de los jóvenes entre 17 y 24 años presentó hipercolesterolemia (> 200 mg/dl)30. En España, la hipercolesterolemia (colesterol total > 250 mg/dl), afecta al 18-27% de los varones y al 17-24% de las mujeres37. Chiang-Salgado et al31 describen un 29,4% en mujeres y un 29,0% en varones. Si bien la diferencia en el promedio de cHDL entre varones y mujeres fue significativa, la magnitud de la diferencia, 1 mg/dl, es menor que la publicado en otros estudios nacionales31 y españoles28,33, en los que se encuentran diferencias de aproximadamente 10 mg/dl. Sin embargo, Bustos et al3, en una población chilena joven no encontraron diferencias significativas. Sólo un 2,3% presentó concentraciones disminuidas de cHDL y un 43,9% del alumnado presentó valores de cLDL aumentados. Bustos et al3 encontraron esta situación en un 45,8 y un 10,5%, respectivamente, de la población estudiada (22-28 años). La frecuencia de hipertrigliceridemia fue moderadamente inferior (8,1%) a la encontrada en el estudio antes citado (15,7%)3.
Datos no publicados de un estudio realizado a alumnos de primer año de la Universidad de Talca entre los meses de abril y mayo de 1997, cuyas edades en el momento de realizar el estudio eran de 16-19 años, muestran que el 14,3% de los casos presentó colesterolemia ≥ 200 mg/dl, cifra similar a la observada en alumnos del mismo grupo de edad en este estudio (15,2%).
Además de los FRCV principales aislados, el síndrome metabólico representa riesgo CV. Encontramos que dicho síndrome sólo estuvo presente en aproximadamente un 1,0% del alumnado. Esta cifra aumenta al 1,5% si se considera el criterio americano, que incluye glucemia alterada > 100 mg/dl y diámetro de cintura alterado > 90 cm en varones y > 80 cm en mujeres. Esta prevalencia es inferior al 4,6% encontrado en la ENS en jóvenes de 17-24 años. Alegría et al38, en una población española entre 20 y 39 años, encontraron una prevalencia del 5,5% en varones y del 3% en mujeres.
La menor prevalencia del síndrome metabólico en estos estudiantes, respecto a los jóvenes estudiados en la ENS 200338, podría explicarse porque se trata de universitarios, una subpoblación de los jóvenes que, dado su nivel educacional, tiene un mayor conocimiento de los FRCV. Por otra parte, si bien alrededor de un 20,0% de los estudiantes presentó hipercolesterolemia, en casi un 60,0% de ellos la concentración de colesterol total fue < 220 mg/dl, lo que podría influir en que un bajo porcentaje de casos presentara valores de cHDL disminuidos, uno de los criterios del síndrome metabólico. Al considerar una nueva definición de síndrome metabólico propuesta en 2005 por la Internacional Diabetes Federation (IDF)39, el 1,8% de los estudiantes presentó síndrome metabólico. Dicha propuesta incluye diámetro de cintura aumentado (varones > 90 cm y mujeres > 80 cm) y 2 de las siguientes características: PA alterada (PAS > 135 mmHg o PAD > 85 mmHg), hiperglucemia de ayuno (> 100 mg/dl), cHDL disminuido (varones ≤ 40 mg/dl y mujeres ≤ 50 mg/dl) e hipertrigliceridemia (≥ 150 mg/dl).
En la población estudiada no se encontraron casos con DM, situación que sí se encontró en el 0,4% de los jóvenes entre 17 y 24 años en la ENS 200330. Por otra parte, en un estudio realizado en la VII Región del Maule en el año 2002 se encontró que en el grupo de 20-44 años un 1,9% presentó DM40.
En relación con el sedentarismo, un hábito que está arraigándose en nuestros jóvenes, se encontró que alrededor del 90% fue calificado como sedentario, situación que no difiere mayormente de la de otros estudios. En la ENS 2003 se encontró que el 82,2% de los jóvenes entre 17 y 24 años era sedentario30. El Programa CARMEN (Conjunto de Acciones para la Reducción Multifactorial de las Enfermedades No transmisibles) realizado en Valparaíso (V Región, Chile) mostró que el 84,6% de los encuestados era sedentario41. En otro estudio se encontró que cerca del 80,0% de los empleados de Santiago es sedentario20. Estos datos son preocupantes, ya que es conocido que las cardiopatías isquémicas son 2 veces más frecuentes en las personas sedentarias que en las activas1.
Se sabe que los fumadores tienen el doble de riesgo de ECV que los no fumadores42,43. Los datos obtenidos dan cuenta de que el 40,0% de los estudiantes, sin diferencia entre varones y mujeres, se reconoció fumador. En la ENS 2003 se encontró que el 54,5% de los jóvenes entre 17 y 24 años fumaba30. Bustos et al3
describen que el 57,0% de los adultos jóvenes, tanto varones como mujeres, fumaba. Rigo et al34, en una población española de las Islas Baleares entre 35 y 44 años, presentaron una prevalencia del 49,3% en varones y del 36,6% en mujeres. En otro estudio español, la prevalencia de tabaquismo en mujeres de 25-34 años fue del 45,6%33. Al incluir a los fumadores pasivos (alumnos que permiten que otros fumen en lugares cerrados), el tabaquismo podría ascender alrededor del 66,0%; esto indica que no sólo se debe motivar el hábito de no fumar, sino también el hábito de no dejar fumar a otros en lugares cerrados. En Chile, esta situación se verá favorecida con la recientemente aprobación de una Ley que restringe el tabaquismo.
En resumen, encontramos que un importante porcentaje de los jóvenes universitarios incluidos en este estudio presentó FRCV (sobrepeso u obesidad, tabaquismo, sedentarismo, hipercolesterolemia e HTA). Considerando que los FRCV, en general, ejercen su efecto patogénico directo o indirecto a largo plazo, y si se tiene en consideración que algunos de los FRCV son modificables con cambios de estilo de vida, parece necesario que en el ámbito gubernamental, con la participación de los ministerios como salud y educación, se tomen decisiones políticas que, sumadas a la Ley antitabaco, permitan avanzar en estilos de vida saludable. Parece que ya no basta la realización de programas de intervención, que incluyen la actividad física y/o las modificaciones en la dieta, en algunos grupos poblacionales, ya que, a pesar de que pueden dar buenos resultados, no aseguran la permanencia en el tiempo del estilo de vida saludable. En este sentido, cobra especial interés la situación respecto a FRCV de los estudiantes universitarios, varones y mujeres, que en el futuro tomarán las decisiones en este país.
Véase editorial en págs. 1089-92
Correspondencia: Dr. I.F. Palomo.
Departamento de Bioquímica Clínica e Inmunohematología.
Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Talca.
Casilla, 747. Talca. Chile.
Correo electrónico: ipalomo@utalca.cl
Recibido el 2 de febrero de 2006.
Aceptado para su publicación el 6 de julio de 2006.