Una mujer de 75 años, sin antecedentes de interés, acudió por dolor pericardítico de 3 días de evolución sin clínica infecciosa asociada ni fiebre. Destacaba una elevación discreta de la troponina I y la proteína C reactiva y un derrame pericárdico leve en el ecocardiograma.
Con el diagnóstico de miopericarditis, se la ingresó e inició tratamiento antiinflamatorio. Tras 24 h, la paciente comenzó con clínica de confusión, hipotensión y oliguria, aunque seguía afebril, con aumento del derrame pericárdico (figura 1) de distribución generalizada, hipoecoico y sin claros datos de deterioro hemodinámico.
Ante la clínica neurológica, se solicitó la valoración por neurología tras una tomografía computarizada cerebral sin hallazgos. Se realizó una punción lumbar, en la que se obtuvo líquido cefalorraquídeo, y la glucosa, las proteínas y el recuento celular (7 leucocitos/ml) resultaron normales. Ante la oliguria a pesar de la sueroterapia, se realizó una pericardiocentesis por vía subcostal, y se obtuvo un exudado purulento (figura 2). El examen microscópico reveló la presencia de cocos Gram positivos, y el cultivo resultó positivo para Streptococcus pneumoniae (figura 3), al igual que el estudio del líquido cefalorraquídeo.
Se ingresó a la paciente en la unidad de cuidados intensivos, y posteriormente se le diagnosticó una neumonía mediante tomografía computarizada torácica. El ecocardiograma transesofágico mostró una calcificación importante de la válvula mitral, sin evidencia de verrugas. Una tomografía por emisión de positrones cardiaca mostró una mínima captación en la zona de calcificación mitral, de muy dudosa significación, que no confirmó una endocarditis.
Con este caso, se presenta una variante del síndrome de Austrian consistente en la tríada de meningitis, neumonía y pericarditis purulenta.