En un estudio reciente publicado en Revista Española de Cardiología, de la Torre Hernández et al.1 concluyen que existe una considerable variabilidad entre comunidades autónomas en el uso de las tecnologías cardiológicas no explicable por factores económicos ni por la frecuentación hospitalaria. En diferentes partes del texto, los autores hablan de la «igualdad de oportunidades» e incluso comentan «el déficit de equidad a escala nacional en el acceso a intervenciones cardiovasculares de probada eficacia clínica». Deslizar una relación inversa entre la variabilidad en el uso de tecnologías y la equidad en el acceso al sistema sanitario con base en los resultados de este estudio parece aventurado. Los autores reconocen algunas limitaciones del estudio1, que se ilustran elegantemente en un editorial al respecto2. La edad es uno de los muchos factores no valorados que pueden influir en la variabilidad. Así, el número de procedimientos puede ser mayor en comunidades envejecidas. En un sencillo análisis con datos de 2019, hemos comprobado que la media de edad se correlaciona directamente con el número de procedimientos realizados (figura 1). Sin duda, la variabilidad en la práctica clínica es un asunto relevante que se debe estudiar en profundidad. En cualquier caso, las guías permiten un amplio margen ante un mismo paciente, no incluyen recomendaciones sobre muchas situaciones clínicas y, sobre todo, no son un catecismo que se deba seguir rigurosamente.
Correlación entre el número de diferentes procedimientos cardiológicos estudiados por de la Torre Hernández et al.1 y la media de edad por comunidades en el año 2019. Datos obtenidos del Registro Español de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista3. La media de edad se ha obtenido del Instituto Nacional de Estadística.
Ninguna.
CONTRIBUCIÓN DE LOS AUTORESAmbos autores han contribuido por igual.
CONFLICTO DE INTERESESNinguno.