La frecuencia cardiaca es un factor de riesgo bien definido en estudios epidemiológicos. La frecuencia cardiaca basal se relaciona de forma directa con episodios isquémicos, muerte súbita, mortalidad cardiovascular y mortalidad por cualquier causa, tanto en pacientes con cardiopatía isquémica conocida como en la población normal. La reducción de la frecuencia cardiaca mediante entrenamiento físico o el empleo de bloqueadores beta, verapamilo, diltiazem o digoxina puede ser útil, pero presenta limitaciones relacionadas con contraindicaciones o intolerancia para lograr una dosis adecuada, generalmente por hipotensión o alteraciones de la conducción auriculoventricular. Ivabradina presenta un mecanismo de acción único y reduce la frecuencia cardiaca al bloquear los canales If del nódulo sinusal, sin efecto en el miocardio ni en los vasos sanguíneos. Esta opción abre nuevas oportunidades terapéuticas para el tratamiento de la isquemia miocárdica, la insuficiencia cardiaca, prevención secundaria, taquicardia sinusal inapropiada y quizá para reducir el riesgo asociado con taquicardia sinusal en la población sana. Los resultados de varios ensayos clínicos permitirán definir mejor las nuevas indicaciones de este tipo de fármacos.
ISSN: 0300-8932
Factor de impacto 2023
7,2