Nos ha parecido muy interesante el artículo «Miocarditis fulminante por COVID-19»1. Irabien-Ortiz et al. describen a un paciente con COVID-19 y señalan que «el cuadro clínico era coherente con una miocarditis aguda, sin síntomas respiratorios iniciales y con una progresión clínica rápida a un shock cardiogénico y necesidad de apoyo con un ECMO venoarterial»1. Quisiéramos aportar algunas ideas sobre esta cuestión clínica. Ha habido algunas comunicaciones esporádicas de este problema en la COVID-192,3. En nuestro país, Tailandia, que es el segundo en que se identificó la COVID-194, no ha habido todavía ningún paciente con miocarditis debida a la COVID-19, a pesar de que hay muchos pacientes graves y de que la infección lleva en circulación 4 meses. Una consideración clínica importante es la fisiopatología de la miocarditis en la COVID-19. Es posible que haya una invasión vírica directa o que la enfermedad corresponda a un trastorno inmunitario2,3. Por último, también es posible que el paciente descrito por Irabien-Ortiz et al. haya tenido un trastorno médico concurrente, como otra infección vírica que pudiera haber inducido la miocarditis.
ISSN: 0300-8932
Factor de impacto 2023
7,2