Tan acostumbrados están los médicos de habla hispana a leer en inglés frases como «bisoprolol is highly effective as an antihypertensive agent», que hoy ya apenas quedan cardiólogos a quienes les suene extraña una frase como «bisoprolol es muy eficaz como antihipertensor» (tal vez incluso «bisoprolol es altamente efectivo como un agente antihipertensivo»), que hace tan solo un par de decenios hubiésemos escrito sin dudar «el bisoprolol es muy eficaz como antihipertensor». No es raro ya incluso dar con especialistas que, aun a posteriori, no perciben ninguna diferencia importante entre estas dos frases españolas, para ellos válidas por igual. Para lograr que la perciban, suele ser necesario transformar la frase para incluir sustantivos de uso general o coloquial, que la distancien del registro médico o científico; por ejemplo: «zanahoria es buena para la salud» o «coche no es necesario si hay transporte público». Solo así conseguiremos que adviertan la anomalía gramatical y exclamen, sorprendidos:
—¡En español no se dice así!; se dice «la zanahoria es buena para la salud» y «el coche no es necesario si hay transporte público».
En los textos médicos, las denominaciones comunes de los fármacos funcionan habitualmente como sustantivos comunes; es decir, se escriben con minúscula inicial y precedidos por un artículo cuando les corresponda llevarlo. Diremos, pues, «la digoxina es eficaz en la insuficiencia cardíaca» o «se ha investigado la toxicidad del captopril en los niños». Las marcas comerciales de los medicamentos, en cambio, funcionan como sustantivos propios; es decir, se escriben con mayúscula inicial y sin ir precedidos de artículo. Diremos, pues, «Lanacordín es eficaz en la insuficiencia cardíaca» o «se ha investigado la toxicidad de Capotén en los niños».
No se piense, en cualquier caso, que este anglicismo sintáctico (elisión del artículo determinado ante un sustantivo común) se limita tan solo al lenguaje médico. En la prensa escrita, en la radio y en la televisión, es ya habitual iniciar las noticias directamente con un sustantivo, como prescribe la gramática inglesa. Primero fue solo en los titulares, pero ahora es frecuente ver también en el cuerpo de los artículos frases como «científicos españoles describen una mutación asociada al infarto de miocardio», cuando tradicionalmente hubiésemos escrito «cinco científicos españoles describen una mutación asociada al infarto de miocardio» (si conocemos el número exacto) o «un grupo de científicos españoles describe una mutación asociada al infarto de miocardio» (si desconocemos el número exacto o, por el motivo que sea, nos interesa ocultarlo). Nuevamente, basta transformar la frase y llevarla al registro general, distanciarla del registro especializado, para que nuestro sentido de la lengua perciba de inmediato la anomalía: «vecinos vendrán a cenar esta noche a mi casa»; ¿verdad que nadie se expresa así en español?
Fernando A. Navarro
Consejo Editorial, Revista Española de Cardiología
Obras de referencia recomendadas:
Diccionario de dudas y dificultades de traducción del inglés médico (3.a edición), 2013-2022, en la plataforma Cosnautas disponible en www.cosnautas.com/es/catalogo/librorojo.
«Laboratorio del lenguaje» de Diario Médico, 2006-2022, disponible en www.diariomedico.com/opinion/fernando-navarro.html.