En primer lugar, agradecemos a Miranda-Arboleda et al. su interés por nuestro artículo1 y su aportación, pero querríamos aclarar algunos datos clínicos que pueden ser importantes en su interpretación.
En efecto, el electrocardiograma del paciente que protagoniza nuestro caso clínico es compatible con un patrón Brugada en contexto febril dentro de un cuadro clínico compatible con síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico (SIM-PedS) asociado con SARS-CoV-2. No obstante, dicho patrón persistió durante aproximadamente 4 días pese a haber cedido la fiebre. En un paciente afectado de síndrome de Brugada, la fiebre actuaría como trigger del patrón electrocardiográfico, pero con frecuencia estos pacientes tienen un electrocardiograma normal cuando están afebriles2. Al quinto día de ingreso, ya no se apreciaba patrón Brugada, pero sí alteración de la repolarización como posible signo de afección miocárdica.
El SIM-PedS puede producir inflamación y afección miocárdica3, con disminución de la fracción de eyección, aumento de NT-proBNP y troponinas, como sucedió en nuestro caso. Esta afección miocárdica podría encuadrarse en las condiciones que se han relacionado con la fenocopia de Brugada. En nuestro paciente, coincidieron en el tiempo la mejoría clínica, bioquímica (disminución de NT-proBNP y troponinas) y de la función cardiaca en la ecocardiografía con la desaparición del patrón Brugada en el electrocardiograma.
Dado que el paciente presentó un patrón electrocardiográfico compatible con Brugada tipo 1 que se normalizó al mejorar el momento inflamatorio agudo, con un test de provocación con flecainida negativo, test genético negativo y, sobre todo, la escasa probabilidad preprueba de síndrome de Brugada (ausencia clínica compatible, ausencia de antecedentes familiares de Brugada), consideramos cumple todos los criterios de fenocopia de Brugada. No obstante, realizaremos un estrecho seguimiento del paciente a largo plazo y consideraremos, como nos proponen, un test de provocación con dosis crecientes de bloqueadores del sodio si el paciente presentase síntomas y los beneficios de la prueba pudiesen superar los posibles perjuicios.
FINANCIACIÓNNinguno.
CONTRIBUCIÓN DE LOS AUTORESR. Santiago-Cortés es la autora principal del artículo. M. Clavero Adell, D. Palanca Arias y A. Ayerza Casas contribuyeron a la edición y la supervisión.
CONFLICTO DE INTERESESNinguno.