Varón de 54 años en seguimiento en consultas de cardiología por válvula aórtica bicúspide y angina estable de medianos esfuerzos con empeoramiento progresivo. Se realizó una coronariografía que no fue diagnóstica dado que no se consiguió progresar más allá del cayado aórtico. Por lo tanto, el estudio se completó con una tomografía computarizada coronaria y de aorta, que mostró una válvula aórtica bicúspide y un divertículo de Kommerell aneurismático (6,6 cm de eje mayor; figura 1) del que surgían una arteria subclavia derecha aberrante (ASDA) y la arteria subclavia izquierda (ASI) (figura 2). Se recabaron los consentimientos informados pertinentes. Además, el paciente presentaba enfermedad coronaria bivaso grave con dominancia izquierda e hipoplasia de la coronaria derecha, con una clasificación Coronary Artery Disease Reporting and Data System (CAD-RADS) 5.
La arteria subclavia derecha aberrante es una variante anatómica que puede encontrarse hasta en un 1% de la población sana, y puede existir un pequeño divertículo de Kommerell en su origen en un 20-60% de los casos. El divertículo de Kommerell puede ser asintomático o conllevar síntomas compresivos relacionados con la tráquea o el esófago. Tras revisar la literatura, no hemos encontrado casos que recojan un divertículo de Kommerell de tal volumen y del cual se originen ambas arterias subclavias.
Debido a su escasa frecuencia, el tratamiento debe ser individualizado; puede optarse por cirugías abiertas o reparación endovascular. En el caso que se presenta, se propuso una cirugía de recambio de válvula aórtica (RVAo) con doble derivación coronaria y colocación de prótesis híbrida de aorta torácica ascendente tipo «pata de elefante congelada» con trasposición de las arterias subclavias (figura 3).
FINANCIACIÓNNinguna.
CONTRIBUCIÓN DE LOS AUTORESLos autores contribuyeron en idéntica proporción al manuscrito.
CONFLICTO DE INTERESESNo se declara ninguno.