Hemos leído con mucho interés el excelente documento de consenso de la Sociedad Española de Cardiología sobre la consulta telemática para el cardiólogo clínico en tiempos de la COVID-19 de Barrios et al.1. Las consultas telemáticas de cardiología son ya una realidad en España2 y un documento que ayude a organizarlas es siempre bienvenido. Sin embargo, como miembros activos de la Sección de Cardiología Geriátrica, lamentamos que no haya ninguna referencia específica a los pacientes mayores, que constituyen un porcentaje muy elevado del total de pacientes que atendemos en nuestra práctica clínica habitual. Los pacientes de edad avanzada, especialmente vulnerables a la infección por coronavirus3, necesitan más ayuda para comprender que la telemedicina puede ser una forma efectiva de comunicarse con sus cardiólogos y para usarla de manera adecuada. Por esta razón, la regla de las 5M4,5 (figura 1) puede ser muy útil para guiar una teleconsulta:
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Más importante: preguntar a los ancianos cardiópatas acerca de sus objetivos, preferencias y prioridades. Esta es una excelente manera de establecer una buena relación al comienzo de una teleconsulta.
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Medicamentos: repasar los fármacos que está tomando el paciente de edad avanzada es sencillo en la mayoría de las comunidades autónomas de España gracias a los sistemas electrónicos de prescripción. Es clave revisar cómo está tomando el paciente su medicación y si sabe por qué la toma y, también, valorar la retirada de fármacos no necesarios o no imprescindibles.
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Mental: es esencial abordar la cognición del paciente durante cada teleconsulta. Una breve evaluación de posible deterioro cognitivo ayudará a asegurar que la discusión que esté teniendo sea recordada o comprendida. La valoración de la orientación espaciotemporal y la situación cognitiva se puede hacer de forma sencilla y rápida con preguntas del tipo: ¿Qué día de la semana es?, ¿puedes enumerar los meses del año hacia atrás, comenzando en diciembre?
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Movilidad: se puede valorar la movilidad básica de un paciente mayor durante una teleconsulta indagando por la capacidad de levantarse de la silla y caminar. También se puede valorar la evolución reciente de la movilidad comparando la situación actual con la previa6.
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Morbilidad: es fundamental considerar las distintas enfermedades que cursan nuestros pacientes, muchas veces con marcado impacto pronóstico, y que pueden condicionar también que haya síntomas que pueden confundirse con los de algunos procesos cardiacos.
En este momento de pandemia en que los pacientes mayores sufren el estrés de una crisis de salud pública incrementado por la necesidad de adaptarse a las nuevas tecnologías, es bienvenida cualquier acción que pueda contribuir a que la teleconsulta sea más segura, más centrada en la persona y más fácil. Usar la regla de las 5M es un modo sencillo de personalizar la telemedicina y hacerla más solidaria para los mayores.